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La economía, mal

Carlos Alberto Martinez Castillo | Columna invitada
Desde finales del 2024, en este espacio hemos comentado que la economía sin duda alguna, entraría en recesión. Lo que confirmamos hace tres meses, los indicadores actuales lo confirman. Nuestra economía viene en declive desde finales del 2018 cuando se canceló la construcción del aeropuerto de Texcoco. Desde entonces el deterioro económico ha sido constante. En términos de crecimiento y bienestar económico, el sexenio de Andrés Manuel López Obrador fue el más bajo desde los años 80´s con 5.5% que dividido en seis años no alcanza siquiera el 1% promedio anual. Infortunadamente, por más esfuerzo que la presidenta Claudia Sheiumbaum esté haciendo no será posible revertir la tendencia en el mediano plazo. Lo anterior es lamentable porque un gobierno nuevo no tendría por qué cargar con el peso de 6 años de crecimiento cercano a cero y niveles de inflación crecientes, menos lo es para el pueblo del país que lleva 30 años de estabilidad económica. Actualmente la previsión del PIB para este año ya está en el 0.1% que para efectos prácticos es cero con una inflación a diciembre del 4 por ciento. Nuestra economía vive un proceso de estanflación en donde estaremos sin crecimiento al menos hasta finales del año siguiente con aumentos en los precios de la canasta básica y un Banco de México no comprometido con la meta de inflación, sino con el rango superior.
La confianza del consumidor ronda en los 46 puntos, en los meses de abril y mayo se perdieron 90,000 empleos y el acumulado sigue desacelerándose. Con relación al comercio exterior, contrario a lo que se piensa, el superávit con EU lejos de ser una buena noticia es un reflejo de que la economía está perdiendo capacidad de comprar productos del exterior, hay que recordar que lo importante no es vender, sino la capacidad de allegarse de bienes y servicios. En años anteriores lo que mantuvo a la economía alejada de una crisis fue el consumo que ahora ha tenido el arranque más débil desde el 2021, la inversión fija bruta registró un descenso del 4.9% no visto desde el 2009 cuando se dio la crisis subprime en EU y las remesas están en un claro descenso. Se agrega la falta de dinero por parte del gobierno para poder detonar desarrollo y lo que es peor, pese al millón de millones de pesos que el gobierno anterior le envió a Pemex esta empresa ha decidido hacer recortes al personal de confianza no del sindicato, que oscila en 4,8 MMDP y el pago a proveedores que es un elemento central para detonar crecimiento sigue muy rezagado. El excesivo gasto del último año del gobierno de AMLO alcanzó 9% del gasto programable especialmente el dinero que se le entrega a cierto grupo poblacional abriendo la puerta para que el sobregiro ascendiera a 664 MMDP que hoy hacen falta para detener la caída económica.

