Uruguay es un paraíso en DDHH: ¿la culpa es de EU?

México ha cedido soberanía al crimen organizado y la sociedad ha perdido grados de libertad. Hoy, México es menos independiente que el 1 de diciembre de 2018.

Comprobar lo anterior no es difícil: más de 170,000 homicidios y una geografía del país cuyas fronteras interestatales han sido redefinidas por la violencia.

A la Comisión Nacional de Derechos Humanos le tendría que producir sonrojo el reporte anual 2023 elaborado por el Departamento de Estado, porque se ha convertido en un organismo cuya credibilidad ha sido desmantelada por su directora, Rosario Piedra.

El presidente AMLO ha dedicado tres conferencias de prensa a criticar a Estados Unidos por la publicación del reporte anual. Si la mano señala a la Luna, AMLO observa a la mano. Lo grave, es la Luna, que, en el caso de México, los homicidios suman más de 170 mil. Una democracia no puede digerir tal cifra.

El patrioterismo es el viagra de las emociones; producción inorgánica de batallas con el exterior. El presidente AMLO ha decidido desdoblar la bandera y cubrirse los ojos con ella. México lo observa. La observa.

Todos los embajadores recopilan información de fuentes primarias y secundarias, y redactan informes para despacharlos a las cancillerías. Sin componente ideológicos ni huellas de adoctrinamiento, los despachos se convierten en valiosa información cuyo fin es el esclarecimiento de la toma de decisiones.

Por ejemplo, al ingresar al reporte que el Departamento de Estado elaboró sobre la situación de los derechos humanos en Uruguay durante 2023, uno se encuentra con la descripción de lo que bien podría ser un paraíso.

“Unos medios de comunicación independientes, un poder judicial eficaz y un sistema político democrático funcional se combinaron para promover la libertad de expresión”.

En el caso de México, el documento indica: “Continuó el descrédito oficial a los trabajadores de la prensa. El presidente López Obrador desacreditó y criticó públicamente a periodistas, presentándolos como parciales, partidistas y corruptos”

El reporte sobre Uruguay pone énfasis en el estado de las cárceles. No mucho más. No se presentaron casos de tortura. En el de México, apunta sobre “desapariciones forzadas por parte de grupos criminales”.

Mientras más información exista sobre la violación de derechos humanos en el mundo, crece la esperanza de erradicarla. No importa que la publique Estados Unidos o China.

AMLO simula y disimula frente a la crisis de inseguridad del país. Prefiere abogar por su amigo Donald Trump: perseguido por la Justicia estadounidense, dijo ayer 25 de abril, AMLO.

A Trump, abrazos.

La producción inorgánica de batallas con el exterior remueve emociones domésticas, pero lo que no remueve es la realidad.

¿Soñemos por la paz en Uruguay?

@faustopretelin