Lectura 4:00 min
StarLink, ¿David contra Goliat?
Elon Musk está entre los hombres más ricos del mundo y entre los magnates que están buscando conquistar el espacio.
Por el monto de su riqueza se disputa el primer lugar mundial con Jeff Bezos, el dueño de Amazon.
Musk es un hombre que está en los medios de comunicación internacionales por sus hazañas empresariales. Tiene un enorme poder económico e influencia.A la fecha una de las compañías de este empresario protagoniza en México una historia que marca negativamente su meteórica e impresionante carrera. Es una historia de poder y abuso. Por el tamaño de los protagonistas se asemeja a la historia de David contra Goliat. El desvalido frente al poderoso.
Resulta que a través de Space Exploration Technologies Corporation está intentando despojar de la marca StarLink a la compañía mexicana Star Group, que junto con esa, ostenta la propiedad intelectual de otras cinco marcas desde el año 2015.
La compañía mexicana la comanda José Aguirre Campos, un hombre que decidió apostarle al negocio de las telecomunicaciones y registró sus marcas, entre ellas StarLink desde el año 2015, cuando Musk ni siquiera había concebido la idea de fundar y crecer la marca con el mismo nombre, cuya propiedad intelectual le pertenece en 189 países, salvo en México.
Aguirre recibió el registro de sus marcas el 12 de noviembre del 2015 y a partir de ese momento se ha dedicado a la prestación de servicios de telecomunicaciones como televisión restringida, servicios de acceso a internet y telefonía móvil entre otros.
El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) le concedió el registro sobre las marcas Stargo, Starline, StarTV, Starka, StarGroup y StarLink. Esta última es la manzana de la discordia. Para los pocos que no lo sepan, Musk es un empresario hiperactivo que ha encabezado múltiples negocios tan innovadores como exitosos. Es cofundador de PayPal, SpaceX, Hyperloop, SolarCity, The Boring Company, Neuralink y OpenAI. Es director general de SpaceX, de Tesla Motors, presidente de SolarCity y copresidente de OpenAI.
Bueno, pues Space Exploration Technologies Corporation está buscando arrebatarle al empresario mexicano la marca StarLink.
Primero empezaron por plantearle a Aguirre la compra de la marca y luego terminaron por enfrentarlo a través de un agresivo despacho jurídico que lo ha acusado de “registrar la marca para chantajearlos”.
Lo vienen intentando desde el año 2018 mediante la solicitud, ante el IMPI, de la nulidad y caducidad de la marca StarLink con el argumento de que la empresa mexicana no había señalado con precisión los servicios de telecomunicaciones a proteger ni la había utilizado.
José Aguirre afirma que no se trata de dinero. “Simple y sencillamente no estoy vendiendo la marca. Es parte de mi negocio y deseo mantener mis marcas”, asevera.
El empresario mexicano cuenta con toda su documentación en orden y el IMPI, en su momento así lo ratificó. Sin embargo, la sala especializada en Propiedad Intelectual del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, integrada por Óscar Alberto Estrada Chávez, Héctor Francisco Fernández Cruz e Isaac Jonathan García Silva concedió la nulidad y caducidad de la marca StarLink. Es decir, resolvió a favor de la empresa de Musk.
En consecuencia, el empresario nacional tuvo que ampararse doblemente y está a la espera de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El empresario mexicano confía en que la Corte sea congruente con el respeto a la propiedad industrial.
Veremos si en México, David logra derrotar a Goliat.
Atisbos
Otra vez la Cofece demuestra que puede apoyar más al gobierno mexicano en su lucha contra los monopolios y prácticas anticompetitivas. Ayer ese órgano autónomo notificó a una empresa -cuyo nombre no puede revelar- sobre su probable responsabilidad en la realización de prácticas contrarias a la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE) en el mercado de la comercialización, almacenamiento y transporte de petrolíferos en México y servicios relacionados, y lo emplazó a un procedimiento en forma de juicio para que presente su defensa. De resultar culpable, pagará una multa de hasta 8% de sus ingresos anuales.
