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¿Qué debe contemplar tu plan financiero?
El martes escribí acerca de la importancia de tener un plan: una ruta que te permita construir la vida que quieres. Eso muchas veces requiere de recursos económicos y por eso un plan financiero es una parte central de tu plan de vida.
Pero ¿qué aspectos debes incluir? A continuación te lo explico:
1. Tener claro cuál es tu punto de partida, es decir, tu situación financiera actual. Todos estamos en un lugar diferente. Algunos han logrado ahorrar un poco, mientras que otros empiezan sumamente endeudados. ¿Dónde estás tú?
Para saberlo, haz tu balance personal. Es muy sencillo: haz dos columnas. En la primera escribe todo lo que tienes (tus activos): el saldo de tus cuentas bancarias e inversiones, el valor comercial actual de tus inmuebles y negocios (si tienes) y otras cosas valiosas. En la segunda escribe el saldo actual de tus deudas (tus pasivos). La diferencia entre tus activos y tus pasivos es el valor de tu patrimonio.
¿Cómo se ve esa fotografía de tu situación financiera actual? Eso te da mucha claridad.
2. Saber a dónde quieres llegar. Esto es quizá lo más difícil porque la realidad de las cosas es que muy poca gente se conoce a sí mismo tan bien, que tiene total claridad de lo que quiere en la vida. ¿Te has puesto a pensar quién eres realmente? ¿Cuál es tu misión? ¿Cómo se ve tu “yo futuro”? ¿Cuáles son los principios y valores que te definen? ¿Qué es importante para ti?
En la parte financiera, tienes que tener bien claro que va a haber algún momento en la vida en el que ya no puedas –o ya no quieras– trabajar. Tienes que planear para eso y tienes que empezar hoy, porque esa libertad cuesta mucho dinero.
Así, es importante cuantificar tus metas. ¿Sabes cuánto dinero necesitas para tu retiro? ¿Sabes cuánto tienes que ahorrar cada mes para alcanzar?
3. Parte tu objetivo final en metas más pequeñas. A lo mejor hoy tienes deudas y no cuentas con capacidad de ahorro. Un primer objetivo podría ser salir de ellas. El siguiente objetivo podría ser destinar 50% del dinero que antes pagabas a tus acreedores, a pagarte a ti (ahorro).
Si no tienes deudas, pero tampoco has podido ahorrar, puedes pensar que es imposible de un día para otro separar 15% de tu ingreso para metas de largo plazo. Empieza pequeño: ahorra aunque sea 1% de tu siguiente quincena y ve incrementando esto poco a poco. Un paso a la vez.
4. Todo plan financiero debe contener un plan de gastos, que es la herramienta que te ayuda a tomar control de tu dinero. Cada vez que recibes dinero, tienes que sentarte y hacerte esta simple pregunta: ¿Qué es lo que necesito que ese dinero haga por mí, antes de que me vuelvan a pagar? Asignarle a cada peso que ganas un trabajo. Es un ejercicio que además te obliga a priorizar, porque independientemente de cuánto ganes, no puedes hacer todo al mismo tiempo. Tienes que decidir qué es más importante para ti.
Si tienes deudas, especialmente de corto plazo (tarjetas de crédito, préstamos de nómina, automotriz) tu plan de gastos debe incluir un plan para salir de ellas y librarte de esos compromisos, para poder enfocarte en lo que es más importante para ti.
5. Decidir cómo vas a invertir el dinero que ahorras para tus metas. Algunas, como el retiro, serán de muy largo plazo. Otras tendrán un horizonte mucho menor. Tienes que pensar en construir un portafolio diversificado (o varios), tomando en cuenta el horizonte de inversión y tu tolerancia al riesgo.
6. Proteger lo que tienes. En la vida siempre hay imprevistos y en ocasiones llueve sobre mojado. El coche requiere una reparación mayor y además hay una humedad en casa que debemos atender. Uno puede perder de un momento a otro su trabajo o su principal fuente de ingresos. Todas estas cosas pasan y por eso es tan importante tener un buen fondo para emergencias.
Pero en la vida también hay cosas más graves que pueden suceder, como un accidente que deja a la familia sin su principal sostén económico. Mucha gente ha perdido su hogar por una catástrofe natural. Hay que pensar en todo y prepararse, esto se hace a través de seguros y un testamento.
Desde luego hay muchas otras cosas que se podrían hacer en un buen plan financiero, como por ejemplo una estrategia fiscal (impuestos por nuestras inversiones, por ejemplo). Pero esto puede insertarse en los demás rubros analizados que constituyen lo esencial que todo plan financiero debe contener.
