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La política tributaria y la igualdad

Con apoyo de Oxfam, la Comisión Independiente para la Igualdad con Justicia Fiscal presentó un documento sobre la reforma fiscal en México. Economistas y expertos destacan la necesidad de mejorar la focalización de apoyos y aumentar impuestos directos a ingresos altos.
La discusión sobre el tema tributario en México apenas va a iniciar. Con el apoyo de Oxfam, se ha presentado un documento de la Comisión Independiente para la Igualdad con Justicia Fiscal. Se trata de un texto que en líneas generales se manifiesta con respecto a lo que debe ser una reforma fiscal en México. El documento tiene la peculiaridad de ser elaborado por economistas de distintas posiciones ideológicas, lo mismo expertos en desigualdad y pobreza, como Gerardo Esquivel, Nora Lustig y John Scott, que especialistas en finanzas públicas como Alejandra Macías y Héctor Villarreal, que exfuncionarios hacendarios como Jorge Chávez Presa y Carlos Hurtado. Se parte del hecho de que México, a pesar de que entre 2012 y 2023 ha incrementado su recaudación de impuestos, de 9.2% a 14.2% del PIB, todavía recauda poco, alrededor de 5 puntos del PIB menos que el promedio de América Latina y casi 20 puntos menos que el resto de la OCDE. Ahora, en este análisis también se enfatiza que la gente más pobre del país en realidad paga más de impuestos que recibe de transferencias. En parte por eso la pobreza extraña no se ha reducido. Eso se puede resolver si mejora la focalización de los apoyos, pero también si los nuevos gravámenes no se basan en impuestos indirectos, que se pagan al momento de consumir, sino que se incrementan los que tienen que ver con los ingresos y el patrimonio de las personas de mayores ingresos.
Las y los autores abogan por impuestos transparentes, que se cobren y fiscalicen, con el uso de herramientas digitales y por medio de la reducción del uso de efectivo; impuestos progresivos, que graven más a los que más tienen; con equidad horizontal, es decir que se grave igual a personas con ingresos similares; que promuevan la sostenibilidad, es de decir verdes. Los impuestos adicionales deben servir para financiar programas que reduzcan la pobreza y las brechas de género; recursos que hagan posible los servicios públicos universales de salud; también para programas que integren al desarrollo a la población rural. Esto es reducir la desigualdad y la pobreza con una combinación de impuestos y gastos progresivos, en un país en el que el 1% de la población concentra el 26% del ingreso y el 47% de la riqueza.
Como los incrementos de los impuestos ya no pueden provenir conceptos que tasan el consumo, como el IVA o los IEPS, por ser progresivos, la idea es explorar opciones como subir las tasas marginales del ISR, para gravar más a las personas de altos ingresos y reducir las deducciones que realizan; buscar que una mayor proporción de las ganancias de las empresas multinacionales que operan en México se tributen en el país, como las que ofrecen servicios digitales; gravar herencias y grandes patrimonios; establecer tributos relacionados con las emisiones, e incluso poner en operación otros de carácter temporal, que graven a sectores que por una situación coyuntural obtienen ganancias extraordinarias. Además, se requiere incrementar la recaudación local, en particular el Predial, que podría aportar hasta un punto y medio del PIB adicional a la recaudación nacional y gravar mejor la propiedad.
X: @vidallerenas