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Opinión

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La guerra en Siria ?le pegará a México

El golpe a la incipiente recuperación económica global será el más importante; México es un país globalizado, por lo tanto, sufrirá si al mundo le va mal.

México gana 1 millón 89,000 dólares por cada dólar que sube el precio del petróleo. Desde que un ataque a Siria se volvió una seria posibilidad, el oro negro ha subido casi 4 dólares. Ya está en sus niveles máximos de 18 meses. El aumento podría superar los 30 o 40 dólares, o incluso más, en caso de que estalle la guerra.

Esos millones de dólares extras por exportaciones petroleras serían el único beneficio que obtendría México en caso de escalamiento del conflicto en Medio Oriente. Todo lo demás serán efectos negativos. El golpe a la incipiente recuperación económica global será el más importante de ellos. México es un país globalizado, sufrirá si al mundo le va mal.

Los inversionistas están nerviosos ante el comienzo inminente de otra guerra, a pesar de que los expertos en geopolítica aseguran que la mejor opción es una acción militar conjunta para derrocar a Bashar al-Assad. Los mercados han empezado a caer con fuerza, porque la operación militar añade incertidumbre a un universo económico que ya está plagado de incógnitas por despejar.

El precio del petróleo no era una de las variables que afectaran la recuperación global. Podría empezar a serlo en los próximos días.

El retorno al crecimiento económico de EU y Europa se veía cuesta arriba con el precio del petróleo a menos de 100 dólares por barril. Será mucho más difícil si este combustible supera la marca de los 125 dólares.

Una guerra en Siria eleva los precios del petróleo, a pesar de que este país produce un máximo de 370,000 barriles al día, apenas 0.4% de la producción mundial. El riesgo está en que el conflicto bélico podría escalar hasta convertirse en un asunto regional. Irán ha expresado su apoyo irrestricto a Al-Assad. La participación de Irán afectaría de varias maneras. En primer lugar, prolongaría el conflicto y lo haría más intenso. En lo relativo al mercado mundial de petróleo, implicaría que no se podría contar con el millón de barriles que Irán vende a Turquía y otros países asiáticos. Mucho más significativo es el hecho de que Irán controla el Estrecho de Ormuz, un lugar estratégico por donde pasa 40% de la producción mundial de petróleo.

El precio del oro ha empezado a subir con fuerza. Los bonos del Tesoro de EU a 10 años han visto caer su rendimiento. Los mercados de los países emergentes se encuentran sometidos a una enorme presión bajista. Estos movimientos reflejan un estado de ánimo. Los inversionistas empiezan a buscar refugios seguros. Huyen del riesgo y la incertidumbre.

Vietnam fue la última guerra que sirvió para impulsar la economía. En la década de los 60, un conflicto bélico ponía en marcha la maquinaria industrial en economías cuya producción manufacturera todavía tenía un papel estelar.

Ahora no está claro que las guerras tengan un efecto económico positivo, en términos del PIB. Ayudan a algunas industrias, pero golpean a otras actividades que requieren certidumbre. Los servicios financieros, el comercio, la logística y el turismo son algunos de los principales afectados.

Sin contar a los países directamente involucrados en la guerra, Turquía sería el gran perdedor. Lo perjudicará su vecindad con Siria y la dependencia del petróleo iraní. México ganará 1 millón 89,000 dólares por cada dólar que suba el petróleo. Casi todo lo demás será negativo para nosotros.

lmgonzalez@eleconomista.com.mx

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