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Frente al narco: antes que callar, informar
¿Cómo entender la semana pasada? ¿Qué nos dice sobre el narco? ¿Sobre la relación entre grupos del crimen organizado y el Estado? ¿Sobre crimen organizado, Estado y medios?
La reacción por parte de algunos periodistas ha sido un llamado a un acuerdo entre colegas para homologar criterios de información...
Dice Pascal Beltrán del Río en su columna de ayer:
"Algunos, dados al maniqueísmo, creen que la única opción de no prestarse a ser vocero de los delincuentes es no informar. No es verdad, o por lo menos yo no lo veo así. La alternativa real es informar con sentido de servicio a la sociedad y responsabilidad, así como con apego a los hechos, el interés público y la ética periodística; y, sí, informar con valor, prudencia y precaución a la hora de reportear, porque ya se vio que los delincuentes no se detienen ante nada a fin de cumplir sus objetivos".
Agrega Mario Campos en su blog de El Universal:
"La construcción de criterios para el tratamiento de la violencia. Tener, por ejemplo, parámetros para saber qué hacer con los interrogatorios realizados por los narcos que son subidos a internet, las llamadas narcomantas, pintas y ahora las amenazas de ataques terroristas. Definir con más transparencia los elementos para definir o no los actos de violencia con fines de propaganda como los decapitados, colgados, etc."
Y concluye Katia D'Artigues también en El Universal:
"Quizá sea momento de que en México haya una unidad de los medios, un consenso con respecto a cómo y si transmitir hechos violentos como éstos, provocados por una guerra/lucha/campaña contra el narcotráfico en la que estamos".
Mis seis razones para cuestionar la convocatoria
1. Se puede juzgar a varios medios por convertirse en verdaderas vocerías de grupos criminales, al publicar, sin edición alguna, mensajes, mantas y videos. Se puede juzgar a todos por la ausencia de información también. Sería inquietante que el énfasis del acuerdo esté en lo que se debe callar y no en lo que han dejado de decir.
2. De la semana pasada todos recuperaron el secuestro de los cuatro periodistas y la sujeción (o no) de los medios a transmitir lo que se les exigía: narco videos. No he visto un análisis de los videos, en los que por cierto, Zetas y el cartel de Sinaloa, se acusan de tener bajo su control a autoridades carcelarias, AFIs y MPs. ¿No se pueden investigar los nexos mencionados en los videos, sin transmitir textualmente su contenido? Yo diría que sí, es más: de eso se trata el periodismo.
3. Cercano al punto anterior. Llevamos años de un silencio total impuesto por el narco a medios fronterizos (Ver: Reporteros sin fronteras sobre Ciudad Juárez), y seamos honestos, los medios nacionales no han logrado entrar al quite, cuando lo han intentado los resultados han sido algo cercano a lo trágico (recordemos la experiencia de Milenio en Reynosa). Ante tal ausencia de información sobre el tema central de la agenda nacional, ¿Debemos priorizar la discreción y no la generación de información relevante y útil públicamente?
4. Qué bueno que los medios se nieguen a ser resonancia automática de narcos. Qué mal que no seamos capaces de dotar a ciudadanos de herramientas informativas. El secuestro de los cuatro colegas la semana pasada nos afectó a todos; sin duda, pero no son los primeros. La organización Artículo 19 tiene datos terribles: 60 periodistas muertos en seis años; 65% de amenazas a periodistas vienen de autoridades locales, estatales o federales; hay 12 periodistas desaparecidos desde 2003; 70% de los periodistas desaparecidos investigaban vínculos entre autoridades y crimen... No hay mucho que agregar, ¿no?
5. Todo hasta ahora se dirige a un mismo punto: la ética periodística tiene más que ver con la generación de información y la utilidad pública de ésta, que con la construcción de restricciones. Mi impresión es que la convocatoria enfatiza qué tipo de información no es de utilidad pública (y coincido); pero relega por completo la generación de aquella que sí lo es.
6. Asociado a lo anterior y como me lo hizo notar Antonio Imperial (@aimperial en tuiter): ya hay desde 2008 un acuerdo entre gobierno y medios para cubrir el tema.... y no, los medios no lo hemos cumplido. Me atrevo a citar textual:
"Décimo.- Los medios de comunicación se comprometen a alcanzar los siguientes objetivos:
LXX. Incrementar contenidos que fomenten la cultura de la legalidad.
LXXI. Incrementar contenidos que fomenten la prevención y atención de adicciones.
LXXII. Incrementar contenidos que fomenten la cultura de la seguridad y la denuncia.
LXXIII. Que cada medio de comunicación defina y publique estándares de actuación profesional en su cobertura informativa que: evite hacer apología del delito; respete integralmente la dignidad de las víctimas; evite la difusión de información que ponga en riesgo la seguridad de los familiares y personas cercanas a las víctimas; establezca criterios que definan los casos en que la publicación de información se realice sin atribuirla a reporteros en lo particular, a fin de proteger su integridad".
Concluyo: en lo dicho por Pascal Beltrán del Río, Mario Campos y Katia D'Artigues , no se puede sino estar de acuerdo... pero prefiero leerlos como una invitación a ejercer el periodismo; no a ponerle límites.
Como medios hemos fallado más por lo que no hemos sido capaces de decir, que por lo que hemos dicho... y ahí sí, nos ha faltado no sólo ética, sino que hemos renunciado a nuestra elemental función democrática. Lo digo como politólogo, difícilmente podría otorgarme el título de periodista, me faltan años y oficio...
(Tuiter: @PPmerino)