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En un mundo más armado, el riesgo crece
“El riesgo de guerra no es inminente, pero no es imposible”, alertaba en febrero la presidenta de la Comisión Europea,
Margarita Robles, ministra de Defensa del gobierno del presidente español Pedro Sánchez, dedicó unas palabras al tema el 17 de marzo en una entrevista con La Vanguardia: “La amenaza de guerra es absoluta y la sociedad no es del todo consciente”.
Antes, en febrero, el canciller alemán Olaf Scholz aseguraba que “el riesgo de Rusia es real”.
Los problemas geopolíticos se acumulan y las tensiones escalan, lo mismo en China con Taiwán; las amenazas reiteradas de Corea del Norte hacia su vecina Seúl, Tokio o hasta el mismo Estados Unidos. Y lo hace a través de pruebas de misiles de largo alcance.
Los datos que arroja el reporte anual sobre gasto en Defensa, elaborado por el Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo (Sipri) tendría que inquietar a la población global.
En 2023 el gasto militar sumó 2,443,000 millones de dólares, cifra que representa un incremento de 6.8% respecto al año 2022.
La gravedad se suma al desmantelamiento que Estados Unidos y Rusia llevan a cabo de acuerdos firmados entre ambos al finalizar la guerra fría sobre el uso de armamento. Han dejado de estar vigentes el tratado de antimisiles balísticos, el de rango intermedio sobre armas nucleares, el de cielos abiertos, que permitía vigilancia entre los dos países y el de fuerzas armadas convencionales en Europa. Quedan dos vigentes, uno de ellos debilitado: el New START. El multilateral Tratado de no Proliferación se requiere adaptar a nuestra época.
El reporte del Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo revela que los países que más dinero gastaron en Defensa son: Estados Unidos, China, Rusia, India y Arabia Saudita.
En cuanto al gasto por región, Europa incrementó el gasto en 2023 un 16% respecto a 2022; África, 22%; Oriente Próximo, 9% y América, 2.2 por ciento.
Países en guerra como Ucrania, el gasto representó el 37% de su PIB, la cifra más elevada del mundo; creció 51% respecto a 2022, es decir, gastó 64,800 millones de dólares, sin contar con la ayuda del exterior, aproximada en 35,000 millones de dólares.
Israel incrementó el gasto en Defensa en 24%; solo en diciembre pasado gastó 4,400 millones de dólares.
La semana pasada, luego del ataque de Irán en contra de Israel, el mundo entró en un momento de duda sobre si nos encontrábamos a un paso del abismo representado por la tercera guerra mundial. En ese momento las palabras de Von der Leyen, Robles o Scholz rebotaron en la cabeza dejando inquieto a cualquiera.
Las tensiones se acumulan y los gastos en Defensa se disparan. Esperemos que los misiles no sean disparados.