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El proyecto transoceánico
Más allá de la reforma energética, está en marcha el que se convertirá en el proyecto energético más importante sustentado en oferta y demanda: el proyecto transoceánico, que permitirá tres cosas: primero, pasar precios de la costa del golfo de México al lado del Pacífico; segundo, dar salida a la oferta de gas natural que provendrá de los campos marinos de Pemex; y tercero, convertir a México en un exportador de hidrocarburos hacia Centroamérica con una ventaja en los precios; es decir, Centroamérica no va a pagar los 4 dólares o menos que cuesta el gas natural en los mercados del sur de Texas, pero ni de cerca estará en los niveles de 16 dólares que cuesta traer producto referenciado con los mercados asiáticos.
Adicionalmente, crecería la red de ductos al sur para detonar proyectos industriales en Oaxaca y Chiapas, y así aprovechar los caminos que unirán a puertos como Lázaro Cárdenas y Veracruz para desarrollar un plan regional.
Los voceros del proyecto dicen que llevar gas natural a la zona, más la salida a puertos en ambos lados del país y ferrocarriles para transporte de mercancías, permitirá detonarla y hacerla más competitiva, incluso que regiones como el Bajío.
El proyecto está planteado desde el principio de esta administración y quedó en manos de Pemex, con un ducto que va desde Coatzacoalcos y acaba en la refinería de Salina Cruz, dando servicio también a la de Minatitlán.
La mala noticia es que ya no es totalmente Pemex: ante la falta de recursos de parte de la empresa productiva del Estado, el ducto estará en manos de los fondos de inversión. La buena es que se conectará al norte con el sistema de gasoductos de Los Ramones, otra obra que inicialmente era de la paraestatal y que también terminó en otras manos.
Sin dinero no se puede, y por cómo se han puesto las cosas pues difícilmente Pemex podría con todo, de hecho el proyecto tiene retos adicionales para conseguir los recursos.
Especialistas en seguridad nacional comentan que este tema no fue tocado y no se sabe qué va a pasar con las instalaciones que hoy son vigiladas por el Estado; este ducto, por ejemplo, no es totalmente de Pemex, pero ¿quién será el responsable de su seguridad?
Pemex tiene en marcha un proyecto social y educativo en Oaxaca que va de la mano del ducto y de la refinería con Sedesol y con la SEP, pero sus recursos son limitados incluso desde el Consejo de Administración de Pemex, a ver si le alcanza.
Buzos.
1. No, hasta ahora Mario Beauregard se mantiene como director de Finanzas. El Consejo de Administración rechazó la propuesta que llegó de la SHCP y no quiso a Francisco González Ortiz-Mena, director del Fondo Nacional de Infraestructura. Siguen buscando sustituto, uno que se pueda sentar a desayunar con tiburones.
2. Por cierto, la idea de que Petrobal de Carlos Morales se haya quedado con un bloque en la Ronda 1.2, aunque en asociación con Fielwood Energy, no gustó mucho en Pemex, en donde han comenzado a afilar cuchillos en el área de Exploración y Producción. No le perdonan los 120,000 barriles de agua contabilizados como petróleo, sí, 120,000, no 90,000 barriles.
3. La SHCP quería que los terrenos que tiene la terminal de Pajaritos se contabilizaran dentro de las Zonas Económicas Especiales, pero al final se quedarán como parte del patrimonio de Pemex para proyectos futuros.
4. No se pierda el especial del día de a matar o morir entre la CRE, de Xavier Salazar; Cenagas, de David Madero, y Pemex, de Emilio Lozoya. La razón son las tarifas que quieren imponer al uso de ductos por parte de terceros y el valor de los activos de la paraestatal. No se lo pierda.