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AMLO: reformas constitucionales, ofensiva final
Una impresionante batería de iniciativas de reformas constitucionales, enviadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el último tramo de su gobierno y justo en la antesala del inicio de las campañas de los aspirantes a la Presidencia de la República, pareciera la ofensiva final que busca prolongar el modelo político económico de su gobierno.
En medio de la agresiva acometida en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Jefe del Ejecutivo coloca sobre la mesa de la discusión pública una “oferta irresistible” para la ciudadanía, que es al mismo tiempo una trampa política para sus adversarios.
Sin contar, por ahora, con la mayoría en el Congreso, para la aprobación de las iniciativas, la “oferta irresistible” para los votantes, representa una oportunidad para mantener el foco de atención sobre sí mismo, su candidata y su partido político.
Y al mismo tiempo, representa una ruta de gobierno, que obligaría a su sucesora a seguir la misma senda. Pensiones del 100%, la desaparición de los órganos reguladores para financiar el nuevo esquema pensionario, que el salario mínimo siempre esté por encima de la inflación y que la electricidad la genere mayoritariamente la CFE.
Además de proponer que los magistrados sean electos mediante votación popular y una serie de medidas que prácticamente someterían al poder judicial al poder ejecutivo, y la adscripción y operación de la Guardia Nacional al Ejército Mexicano, entre otras.
Algunas de estas iniciativas ofrecen un fuerte atractivo a la ciudadanía y al mismo tiempo, representan un riesgo a los partidos políticos de oposición, en caso de que las rechacen; son una peligrosa trampa electoral.
En tanto que otras de estas iniciativas, en particular, la que busca reformar a la Corte, representa un dardo envenenado para el equilibrio de los tres poderes de la Unión.
El presidente López Obrador fue muy claro y duro al presentar los fundamentos de su paquete de iniciativas de reforma. Dijo que buscan modificar artículos antipopulares del periodo neoliberal o neoporfirista.
Afirmó que las reformas realizadas en ese periodo, son adulteraciones que niegan el sentido de la Carta Magna que fue fruto de un movimiento popular revolucionario y concebido con espíritu nacional, social y público.
El Jefe del Ejecutivo aseguró que sus reformas buscan plasmar el humanismo mexicano.
El presidente de la República subrayó que sus propuestas son distintas y contrapuestas a las reformas neoliberales porque éstas últimas se realizaron para despojar y entregar los bienes de la Nación a una minoría.
En el ámbito económico, preocupa la reforma de pensiones. El presidente propone revertir las reformas zedillista y calderonista en materia de pensiones.
Anunció que se creará un fondo semilla por 64,619 millones de pesos, que aumentará poco a poco, no se sabe exactamente de dónde provendrán tales recursos y la cantidad que se requiere para aumentar al 100% las pensiones, seguramente será muy superior.
Veremos qué es exactamente lo que propone.
Preocupa su intención de reintroducir una reforma eléctrica, cuando apenas fue declarada inconstitucional la reforma que planteó en los mismos términos en 2021.
La eliminación de los órganos autónomos, implica el desmantelamiento de un entramado institucional que sirve de contrapeso a las decisiones discrecionales de los ciclos políticos.
Y la reforma al sistema judicial, implicaría un fuerte golpe al sistema diseñado en el equilibrio de los tres poderes de la Nación.
Como están las cosas hasta ahora, es poco probable que pudieran ser aprobadas por la actual legislatura. Tal vez por eso, el Presidente López Obrador dijo que en esta o la siguiente legislatura se revisarán y eventualmente aprobarán.
Lo más evidente es que éstas iniciativas de reforma, tendrán en lo inmediato un potente efecto político electoral. Y si no, al tiempo.
