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Se cumple un mes del terremoto de Haití
Durante la jornada de luto nacional, hombres, mujeres y niños lloraron cuando desde la tarima se recordó a todos aquellos que se "fueron a la eternidad" el 12 de enero, cuando un terremoto sorprendió a la población destrozando en menos de un minuto la capital del país.

Puerto Príncipe.- Haití cumplía una jornada de luto, elevando plegarias en todos los credos, al conmemorar un mes del terremoto que dejó 217,00 muertos y devastó la capital del país más pobre de América y el Caribe.
Jornada de duelo nacional
Decenas de miles de personas, la mayoría vestidas de blanco, se reunieron desde las 6:00 de la mañana (11:00 GMT) en la plaza de Champs-de-Mars, ubicada junto a las ruinas del Palacio Presidencial y cuyos alrededores albergan uno de los campos de refugiados más grandes de Puerto Príncipe.
Para esta jornada de duelo nacional, el pueblo haitiano está invitado a participar en múltiples ceremonias organizadas por distintas iglesias que abrieron sus templos temprano.
Los que perdieron sus casas cerraron algunas calles y se reunieron a orar frente a un altar casero.
"Todas las religiones de Haití, desde el vudú, los católicos, los bautistas y los protestantes, estamos reunidos aquí para rezar porque Haití ahora tiene riqueza espiritual en la eternidad", dijo un pastor en una tarima de Champs-de-Mars, ante una multitud que gritaba "aleluya" alzando las manos con fervor.
Hombres, mujeres y niños lloraron
Hombres, mujeres y niños lloraron cuando desde la tarima se recordó a todos aquellos que se "fueron a la eternidad" el 12 de enero, cuando un terremoto sorprendió a la población destrozando en menos de un minuto la capital del país más pobre de América Latina y el Caribe.
Con los locales comerciales cerrados, la única actividad que seguía su curso el viernes era la distribución de comida por parte de la ONU con la ayuda de diversas ONG.
Hombres con saco y corbata esperaban a las mujeres, que hacían cola para recoger los sacos de 25 kg de arroz. Un mes después del terremoto, las necesidades más básicas de la población siguen siendo urgentes. "No tenemos ni agua", aseguró Carline Nazaire, de 27 años.
En varios campos de refugiados se podía ver a hombres y mujeres bañándose con jarros al costado de las carpas, y luego salir con su mejor ropa a caminar en familia para orar en grupo.
"El pueblo será pobre pero el más rico del mundo en gracia y espiritualmente", agregó.
"Hoy, tenemos muchos niños que han perdido a sus padres", dijo uno de los pastores mientras varios menores lloraban entre una multitud. En el centro de la ciudad, los militares estadounidenses organizaban la seguridad para las ceremonias.
Centros de oración
En la Universidad de Haití otra gran ceremonia estaba prevista para más tarde, con la participación del presidente René Preval, cuyo gobierno hizo un llamado a una plegaria nacional entre las 6:00 y las 12:00 del viernes.
En la calles de la capital haitiana devastada por el sismo, personas de todas las edades caminaban en grupo, viajando en bus o taxis colectivos para trasladarse a los oficios religiosos.
Algunas de las mismas están programadas en las fosas comunes donde reposan miles de cuerpos, a las afueras de la capital.
En el medio de la plaza Saint-Pierre, en Pétion-Ville, en las colinas de Puerto Príncipe, una orquesta acompañó los rezos de los cientos de refugiados en este lgar. Alzando los brazos al cielo, como signo de agradecimiento a una multitud respondía a las plegarias de un pastor protestante.