La tanda: mitos y realidades de una práctica milenaria

Desde tiempos inmemoriales hemos escuchado de la existencia de un mecanismo financiero catalogado de espectacular , donde un grupo de amigos o conocidos se compromete a aportar una renta periódica en un tiempo determinado. En cada uno de esos periodos, un participante previamente seleccionado recibirá las aportaciones de todos los restantes. Una vez que todos los participantes hayan recibido dichas aportaciones, se da por terminado el mecanismo. Por supuesto, me refiero a la tanda. Pero, ¿cuál es su realidad?

Esta herramienta se ve favorecida por no existir en ella una cuota de apertura, además de ahorrarse el papeleo. La consideran algunos como obtener un préstamo de manera rápida y a una tasa cero. Pues bien, es momento de desmentir a la tanda. Supondremos los cálculos en una tanda de cinco personas con aportaciones de 250 pesos anuales desde mayo del 2012 a mayo del 2016.

Primeramente, la tanda no es un financiamiento a una tasa cero. Si bien todos los participantes se comprometen a entregar puntualmente sus rentas, la tasa de morosidad o la probabilidad de incumplir un pago de un crédito personal en México es de 14.8%, es decir, sólo en 4.1% de las tandas se cumplirían en tiempo y forma.

En los mercados financieros este riesgo es compensado con una cantidad adicional a la que originalmente se aportó, conocida como rentabilidad. En este caso, la cantidad a compensar es cero. Además no existirá respaldo alguno que te permita recuperar parcial ni totalmente tu inversión.

Sabemos que todos los participantes reciben su dinero de manera constante, mas no todos pudieron adquirir lo mismo con ellos. La inflación, que es el aumento generalizado de los precios y por lo tanto la pérdida del valor adquisitivo , provocó que el último en recibir la tanda pudo adquirir 84% de los bienes que adquirió el primer receptor.

Todos querrán ser el primero, pero existe 20% de probabilidad de serlo, los demás tendrán una rentabilidad negativa por la inflación. Cuando el número de participantes aumenta, el panorama positivo de ser el primero en recibirla decrece y el negativo aumenta. Y conste que no se ha abordado la cantidad de amistades quebrantadas por este mecanismo.

No todo está perdido. Las instituciones financieras públicas y privadas ofrecen alternativas para que puedas invertir (o prestar dinero) y recibir un interés adicional a un plazo determinado. Las inversiones pueden ser a partir de un mes y con un monto mínimo inferior a los 20 pesos. Lo más importante es conocer el uso deseado del monto para determinar la inversión más conveniente a tus necesidades.

Si bien las tandas no son lo que nos habían contado, sí podemos encontrar mayores ventajas en vehículos financieros que además podrán brindarnos un provecho real y harán crecer nuestro patrimonio. Mientras más se conozcan estos beneficios, se reducirá el porcentaje de personas que utilizan mecanismos informales (43.7%) y aceptaremos que para México las tandas económicas y las tandas en penales siempre será mejor evitarlas.

*El autor es digital Experience - Asset Management & Global Wealth de BBVA.