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Estados del sureste, con opuestos económicos para el 2025
Para el 2026, el Mundial de Fútbol, la maduración del nearshoring y la estabilización energética podrían equilibrar el comportamiento entre regiones.

Para el cierre del presente año, se prevé que ninguna de las 32 entidades federativas del país registre un crecimiento de su PIB mayor a 2% anual.
Las estimaciones de crecimiento para el 2025 confirman un comportamiento heterogéneo entre las entidades del México, marcado por una desaceleración generalizada, con excepciones como Zacatecas y Sinaloa que acelerarán su ritmo de expansión respecto al año anterior y, en el extremo, Campeche y Tabasco como las únicas con contracciones, informó BBVA Research.
El pronóstico de crecimiento para el 2025 en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional es de 0.7%, fortalecido por las actividades primarias y terciarias que son los que “mantienen a la economía creciendo”, mientras que los sectores secundarios continuarán deprimidos, de acuerdo con el análisis Situación Regional Sectorial al segundo semestre del 2025.
Tabasco acumula dos años consecutivos en rojo, al disminuir 2.4% en el 2024 y 4.3% menos proyectado para el 2025, arrastrado por el fin de la obra civil ligada a megaproyectos como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, detalló Samuel Vázquez, economista principal de BBVA México; no obstante, su economía continúa muy por encima de los niveles del 2019, previos a la pandemia.
Campeche acompaña esta caída con 3.2% menos en el valor de su PIB, como consecuencia del modelo extractivo ligado al petróleo que dominó por décadas.
En contraste, Guerrero, Oaxaca y Veracruz emergen con mayor dinamismo en el sureste, por las obras de reconstrucción y renovación tras el paso del huracán Otis en Acapulco, con una inyección de 7,000 millones de pesos en infraestructura.
En Oaxaca y Veracruz se debe al efecto de la construcción del Corredor Interoceánico, “muy similar a los otros casos que suceden”, se estima que este proyecto “sí tenga un mayor impacto en otros sectores una vez que empiece a funcionar del todo, particularmente en la parte de servicios inmobiliarios por los espacios de los patios que se requieren para el movimiento del tren”, y en la parte del de servicios de transporte de carga, aunque “tampoco es de los sectores que más pesan en esos estados”, explicó Vázquez.
Crecimientos diferenciados en territorio nacional
Ciudad de México se consolida como la economía más grande del país, con un valor cercano a los 3.9 billones de pesos, equivalente a 16% del PIB nacional, mientras que el Estado de México aporta alrededor de 9%, en conjunto, con Nuevo León y Jalisco, las cuatro principales economías estatales aportan 40% del PIB del país.
Al analizar la recuperación respecto a los niveles prepandemia 2019 hay un patrón, primero la normalización de servicios y empleo, después el aprovechamiento del nearshoring automotriz y electrónico y, más recientemente, el impulso proveniente de vivienda y logística.
En el grupo de avance más dinámico destacan Tabasco, Oaxaca, Quintana Roo, Chihuahua, Chiapas e Hidalgo, donde la construcción y proyectos de infraestructura fueron los principales motores.
En la franja intermedia se ubican las grandes economías como Ciudad de México, Nuevo León, Jalisco y Baja California, que completaron una recuperación más gradual apoyadas en manufactura, servicios formales y vivienda. El rezago se concentra en estados que aún no superan los niveles de 2019, como Coahuila , Colima y Campeche.
Para el 2025, BBVA proyecta entre las entidades federativas un crecimiento moderado y heterogéneo respecto al 2024. Lideran el avance Ciudad de México con 1.8% más, Zacatecas 1.6% y Baja California Sur 1.3%, apuntalados por servicios corporativos, agroindustria y turismo.
Quintana Roo crecerá moderadamente con 1%, que desacelera después del rebote turístico; y el corredor manufacturero norte –Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas– avanza a ritmos suaves por la fase baja del ciclo externo y la normalización del nearshoring en expectativa del equilibrio final en materia comercial con Estados Unidos.
A futuro
Para el 2026 BBVA anticipa una leve reaceleración y menor dispersión entre los estados mexicanos, con el arranque de nuevos flujos de inversión privada ligada a la relocalización de empresas y la mejora del ciclo manufacturero externo, que deberían impulsar una recuperación más pareja en las regiones norte y Bajío.
Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, “seguirán creciendo a un ritmo cercano o por encima al nacional, con servicios turísticos y consumo como anclas” por el flujo de asistentes a la Copa del Mundo del 2026.
En el sureste, Tabasco y Campeche deberían estabilizarse conforme la fase operativa de las inversiones en el sector energético ganen tracción. En Morelos, “el impacto por el cierre de la planta de Nissan en CIVAC sería menor en 2025, con mayor efecto en 2026 si la reubicación de producción a Aguascalientes avanza como fue anunciada”.

