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Abusos laborales persisten en agroexportaciones de Chiapas
El café, cacao y azúcar producidos en condiciones de abuso laboral en el campo terminan en marcas como Nestlé, Starbucks y Barry Callebaut.

Crisis del cacao.
Miles de trabajadores en Chiapas, enfrentan jornadas extenuantes, salarios bajos y exposición a agroquímicos tóxicos para producir café, cacao y azúcar que llegan a multinacionales y mercados en Estados Unidos, Bélgica, Alemania, Colombia, Japón y Singapur, reveló el informe ‘Una realidad amarga: Abusos laborales de personas trabajadoras migrantes en la producción de azúcar, cacao y café en Chiapas’ elaborado por el Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (CIEDH).
México ocupa el puesto 13 entre los mayores productores de café a nivel mundial, en Chiapas, esta industria está dominada por tres empresas pertenecientes a grandes corporaciones transnacionales, que concentraron más del 87% de la producción y el 81% de las exportaciones en el periodo de 2018 a 2023: Exportadora de Café California, S.A. de C.V., filial del grupo alemán Neumann Gruppe GmbH1; Agroindustrias Unidas de México, S.A. de C.V.; y Cafés de Especialidad de Chiapas, S.A.P.I. de C.V., ambas filiales de la multinacional suiza Ecom Agroindustrial Trading Corp. Limited.
La entidad también se posiciona como el segundo productor nacional de cacao, entre 2018 y 2023, solo tres empresas registraron exportaciones por un total de 248.51 millones de dólares, de estas, Agroindustrias Unidas de México, S.A. de C.V., filial de la multinacional suiza Ecom, concentró 99.6% de las exportaciones totales y 99.7% de los ingresos generados.
En el sector azucarero, el documento expone cómo la mexicana Zucarmex, a través de su filial Cía Azucarera La Fe, representó el 97.4% de la produccoion y el 66.7% de las exportaciones de este producto.
Riqueza agrícola, pobreza laboral
Mientras los cultivos chiapanecos alimentan los mercados globales, las personas trabajadoras agrícolas, “enfrentan duras condiciones laborales y diversas formas de abuso dentro de un sector altamente informal” como jornadas de trabajo excesivamente largas por salarios bajos y alimentación insuficiente, cuyo costo es descontado del pago salarial; falta de acceso a atención médica o prestaciones sociales; exposición a agroquímicos; viviendas hacinadas e insalubres; violencia de género; trabajo forzoso y trabajo infantil con casos reportados de esclavitud moderna.
Entre los principales compradores en la cadena de suministro de café, cacao y caña de azúcar en Chiapas se encuentran grandes empresas como Nestlé S.A., The J.M. Smucker Company, Starbucks Corporation, Barry Callebaut Group, Sucden et DenRées S.A., y American Sugar Refining Inc. (Grupo ASR), todas con políticas de debida diligencia públicamente disponibles y aplicables a sus operaciones y cadenas de suministro.
Falta de regulación
La agroindustria en Chiapas tiene una alta tasa de trabajo informal, mayormente con personas de pueblos indígenas en situación de pobreza y migrantes de Centroamérica, principalmente de Guatemala, seguido de Honduras, El Salvador y Belice. En la región de la Selva Lacandona, en municipios con mayoría de población indígena, el 98,5% de las personas jornaleras agrícolas viven en condiciones de pobreza.
El informe cita una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que reveló que las personas trabajadoras migrantes guatemaltecas en las plantaciones de café en Chiapas laboran en condiciones precarias, con contratos verbales, sin seguridad social, sin acceso a servicios de salud, sin vacaciones y sin el pago de aguinaldo.
Los principales exportadores de café y cacao expresan públicamente su compromiso con el respeto a los derechos humanos dentro de sus cadenas de suministro y cuentan con políticas accesibles al público, a pesar de ello, “los abusos a los derechos laborales continúan ocurriendo en el sector en Chiapas, lo que indica una brecha entre la política y la práctica”, señala el informe. “El sector de la caña de azúcar está aún más rezagado, sin siquiera publicar compromisos básicos en papel para respetar los derechos humanos”.
Este entramado comercial global muestra que la explotación en Chiapas no es un problema aislado, sino parte estructural de un sistema agroalimentario internacional, por lo que el CIEDH señala la necesidad de adoptar políticas públicas de derechos humanos alineadas con estándares internacionales, garantizar transparencia en sus cadenas de suministro, establecer mecanismos efectivos de reclamación, implementar inspecciones laborales reales en los campos y garantizar acceso a servicios de salud para trabajadores.