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Vende China a México mucho más de lo que invierte en el país
Mientras el país asiático es el segundo proveedor externo de productos en México -con exportaciones por 119,587 mdd en 2024-, aporta solo el 0.5% del total de las llegadas de inversión foránea.

(Photo by Alfredo ESTRELLA / AFP)
China sobresale por la desproporción de sus envíos de Inversión Extranjera Directa (IED) en comparación con sus exportaciones de bienes a México entre todos los grandes socios de este país en Latinoamérica, por el volumen de ambos flujos.
En 2024, las entradas acumuladas de IED china a México (2006-2024) fueron de 2,792 millones de dólares, lo que representa 0.5% del total de las llegadas de este tipo de inversión productiva a la economía mexicana.
Tal participación ubica a China en la posición 19 entre los principales orígenes de la IED en México, si bien hay ciertos flujos que por varias razones no se le atribuyen a China.
En contraste, China es el segundo proveedor externo de productos en México, con exportaciones por 119,587 millones de dólares en 2024, lo que implica una cobertura de 20.3% en el total de importaciones mexicanas y coloca a China en la segunda posición como origen de estas compras a escala mundial.
Puesto de manera más simple: China exporta mucho, pero invierte poco en su relación con México. Los insumos, partes y componentes chinos hacen más competitivas las exportaciones mexicanas de bienes terminados, pero también hacen vulnerable a México en su cadena de valor por la dependencia de ciertos productos estratégicos.
Nuevamente, planteado de manera más llana: México importa una variedad de piezas clave en su producción compartida con China, pero no recibe inversiones sustanciales para fortalecer su propia cadena de valor productiva.
El gobierno chino declaró este jueves que “se opone firmemente a cualquier coerción”, después de que México programa imponer aranceles de hasta 50% a las importaciones de autos y otros productos originarios de países con los que no tiene acuerdos comerciales, lo que incluye a China.
Al anunciar en la víspera que impondrá, sujeto a aprobación del Congreso, el arancel máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio (OMC) a 1,463 clasificaciones de productos (fracciones arancelarias) que forman parte de 17 sectores estratégicos, el gobierno de México aclaró que esto no viola las normas que ha pactado en el comercio internacional.
A partir del 27 de septiembre de 2024, las importaciones estadounidenses de vehículos eléctricos desde China enfrentan un arancel adicional de 100%, mientras que también se implementaron aranceles de 25% sobre las baterías de vehículos eléctricos y minerales críticos desde ese país asiático.
La administración del entonces presidente Joe Biden citó “amplios subsidios y prácticas no comerciales que generan riesgos sustanciales de sobrecapacidad” por parte de China y declaró que estaba implementando aranceles para “proteger a los fabricantes estadounidenses de las prácticas comerciales desleales de China”.
Algunas partes interesadas estadounidenses promueven la deliberación sobre un enfoque coordinado en América del Norte para las importaciones e inversiones de China a través de la revisión conjunta del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En agosto de 2024, Canadá anunció su intención de imponer aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos desde China. Luego, en septiembre de 2024, en lo que algunos observadores describieron como una represalia por las acciones de Canadá, el Ministerio de Comercio de China anunció el inicio de una investigación antidumping sobre las importaciones de semillas de canola canadienses.
Los insumos, partes y componentes chinos hacen más competitivas las exportaciones mexicanas de bienes terminados, pero también hacen vulnerable a México en su cadena de valor por la dependencia de ciertos productos.

