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Aryna Sabalenka, líder del tenis entre contrastes

La bielorrusa se convirtió en la nueva número 1 del mundo durante el US Open, que sigue en acción, pero su imagen deportiva está empañada por vínculos con el dictador Aleksandr Lukashenko

Publicado: 05.09.2023 - 19:30

Aryna Sabalenka vive el mejor momento de su carrera como tenista, pues desde principios de esta semana, todavía con el US Open a mitad de camino, recibió la noticia de que se convertirá en la mejor del ranking mundial, algo por lo que había luchado desde hace varios años y que incluso era un anhelo dentro de su seno familiar.

“Todo este año me he esforzado mucho para alcanzar este objetivo. Realmente significa mucho para mí y para mi familia. Es una locura, es algo increíble”, dijo extasiada en la conferencia posterior a su pase a los cuartos de final, luego de eliminar a Daria Kasatkina.

Se encuentra a tres victorias de ser campeona del US Open 2023 (la primera debe ser ante la china Zheng Qinwen en cuartos de final este miércoles), lo cual significaría su segundo trofeo de Grand Slam y ambos en este año. Eso seguiría engrandeciendo su carrera cuando todavía tiene mucho techo a sus 25 años.

El lunes 11 de septiembre será el día específico del sueño cumplido, cuando la WTA actualice los rankings y haga oficial el liderato de Sabalenka por encima de Iga Swiatek, quien duró 75 semanas en dicha posición. Aryna nunca había alcanzado el primer lugar desde que debutó como profesional en 2015.

Pero a la par de esa felicidad y melancolía, ya que ella misma ha señalado que el primer lugar del ranking va dedicado a su papá, quien falleció repentinamente a los 43 años (en 2019), se dibuja una carga negativa hacia la imagen de Sabalenka por los vínculos políticos que llegó a manifestar en su país, Bielorrusia.

Hace casi 20 meses, Rusia invadió Ucrania y desató una guerra que ha dejado más de 18,000 civiles y 300,000 militares muertos, además de 8 millones de desplazados por Europa. En este panorama, Bielorrusia ha resaltado como aliado de los rusos bajo la dirección de su dictador, Aleksandr Lukashenko.

Las críticas hacia Aryna Sabalenka no vienen por el simple hecho de ser bielorrusa, sino por sus acciones en ramas políticas. Medios ucranianos han señalado que la tenista firmó en 2020 una carta para apoyar el régimen de Lukashenko en contra de manifestantes, así como un par de fotografías con él desde 2018.

Lukashenko ha gobernado Bielorrusia desde 1994 y es conocido como “el último dictador de Europa”. En 2004 reformó la legislación de su país para permitir la reelección y, en diversas votaciones desde entonces, ha sido señalado por perseguir, encarcelar y causar el exilio de sus opositores.

Medios europeos como France 24 también describen un fuerte vínculo entre Lukashenko y Rusia desde el gobierno de Boris Yeltsin hasta el de Vladimir Putin, en el que el Estado ruso les ha ofrecido apoyo económico y militar. Respecto al conflicto sobre Ucrania, Bielorrusia sirvió como zona estratégica para la invasión rusa.

Eso no ha pasado desapercibido en el deporte. Prácticamente desde que se suscitó la invasión a Ucrania, diversas entidades deportivas como la FIFA y los rectores del tenis, WTA y ATP, condenaron a los atletas rusos y bielorrusos a no participar en varios eventos o a hacerlo bajo una bandera neutral.

Ese ha sido el caso de Aryna Sabalenka, cuya última acción no bien vista en el escrutinio público fue su aparición en unas fotos con Lukashenko en las fiestas de fin de año de 2020. El propio dictador la felicitó después de ganar el primer Grand Slam de 2023, el Australian Open, diciendo que, aunque su bandera no se vea, “todos saben cuál es su país”.

Por casi dos temporadas del WTA Tour, Sabalenka ha sido blanco de críticas desde sus colegas, medios de comunicación y, por supuesto, aficionados en su contra. Las tenistas ucranianas se niegan a saludarla en los partidos, los reporteros también de ese país la han saturado con cuestionamientos políticos y ha denunciado una gran lista de ‘haters’ en sus redes sociales.

Las controversias políticas

“Sólo soy una jugadora de tenis, no una experta en política”, contestó Sabalenka en una conferencia de prensa durante Roland Garros 2023, en la que también externó su postura sobre su país y el conflicto Rusia-Ucrania: “No apoyo la guerra, es decir, no apoyo a Aleksandr Lukashenko en este momento”.

A principos de ese mismo torneo, se encaró con un periodista ucraniano que le increpó: “¿Puedes hablar por ti misma y decir 'yo, Aryna Sabalenka, condeno rotundamente el hecho de que Bielorrusia esté atacando a Ucrania con misiles, y quiero que así sea?”, a lo que ella respondió: “No tengo comentarios”.

Mientras el conflicto bélico continúa, las preguntas políticas en los eventos de tenis que cuentan con Sabalenka, también. La jugadora incluso ha manifestado que, “por salud mental”, a veces prefiere ya no presentarse a las conferencias. Es un tema que la separa de un festejo redondo al alcanzar su sueño de ser la nueva número 1 del mundo.

Por un lado esta esa trama nostálgica en la que Aryna ofrece su liderato del ranking a su papá, quien la inició en el tenis a los seis años y siempre le dio palabras de motivación para ser una ganadora. Pero ese sentimiento se ha acostumbrado a convivir con quienes la ven como una aliada del régimen de Lukashenko, pese a que ella ya se deslindó públicamente.