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Realidades detrás de la presentación de la declaración anual
"Si bien es cierto la presentación de una declaración anual no es ciencia nuclear, cierto es también que esta tarea requiere de conocimientos fiscales especializados que se deben actualizar año con año".

Nos encontramos en abril, mes en el que, por excelencia, todos los contadores tenemos llamadas pidiendo auxilio para presentar la declaración anual de nuestros amigos o conocidos.
En ese orden de ideas, los más interesados en presentar la declaración anual siempre son los asalariados, puesto que a través de las denominadas deducciones personales es posible obtener el reembolso del impuesto pagado en exceso.
Continuando en ese tenor, merece la pena destacar que, dada la simplificación que se observa hoy en día en la presentación de la referida declaración, es muy común que muchas personas accedan a la página del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y presenten su declaración anual.
La actividad antes descrita, vista desde un punto de vista meramente personal, es completamente entendible pues el formato actual de la declaración anual es muy amigable, tiene campos prellenados y efectúa cálculos de manera automática sin tener que contar con una capacitación mayor a sólo seguir instrucciones.
No obstante lo anterior, partiendo desde el punto de vista de un profesional de la contaduría, si bien es cierto la presentación de una declaración anual no es ciencia nuclear, cierto es también que esta tarea requiere de conocimientos fiscales especializados que se deben actualizar año con año para plasmar en declaración la información que es correcta y que no comprometa al contribuyente.
Lo anterior toma fuerza si analizamos el entorno tributario en el que nos encontramos hoy en día, puesto que como es del conocimiento del lector: 1) el SAT es el organismo encargado de recaudar impuestos de los contribuyentes; y 2) ante las metas establecidas por el gobierno federal, es tarea de la institución recaudar a como dé lugar.
Por tanto, es necesario que los contribuyentes tomemos en cuenta que, sin la debida asesoría de un profesional de la contaduría e impuestos, pudiéramos comprometer nuestra situación fiscal; y, por tanto, hacer que el SAT nos voltee a ver para recaudar algo y así cumplir con sus metas operativas.
Ante tal escenario, es altamente recomendable que los contribuyentes que tributan en un régimen de sueldos y salarios que se encuentran obligados a efectuar la presentación de la declaración anual cuenten, al menos, con el acompañamiento de un profesional del ámbito tributario, pues este los guiará en la determinación de los impuestos, así como en los datos informativos que se tienen que incluir en declaración referida.
Para el caso de los contribuyentes que tributan en otros regímenes y que tienen que presentar declaraciones de forma mensual, es vital contar con el servicio de contabilidad confiable, ya que este además de tener como objetivo cumplir con las obligaciones fiscales en tiempo y forma legales; también podrá asesorarle en relación con la actualidad del mundo tributario en relación con la forma para acceder a deducciones, estímulos, posturas fiscales agresivas, facilidades administrativas, etc.
Es de suma importancia que los contribuyentes personas físicas comprendamos que la presentación de la declaración anual no es solamente la forma de acceder a dinero fácil con la obtención de la devolución del saldo a favor del impuesto sobre la renta.
Sino que también representa un acto en el que nosotros como contribuyentes pudiéramos dar pie a que el SAT, en ejercicio de sus facultades de comprobación, lleve a cabo algún acto administrativo tendiente a querer cobrar impuestos. Así que asesórense bien.
*Eduardo Estrada Borja, integrante de la Comisión Técnica de Auditoría Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México.