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La evaluación para adquirir un negocio
El crecimiento de una empresa se puede dar de una manera orgánica (usando recursos internos) o inorgánica (mediante alianzas o uniones externas). En las primeras el crecimiento se genera con el uso de los recursos internos de producción y venta para llegar a más clientes o consumidores
Como ya hemos comentado, el último objetivo de cualquier empresa es generar utilidades, para esto, el empresario o administrador de las mismas crean planes estratégicos que les indican cuales son los pasos a seguir para obtenerlos; sin embargo, en un mundo de competencia, las compañías tendrán que incluir dentro de esos planes estratégicos los medios en los que enfrentarán ese ambiente, y normalmente será generar un crecimiento que le permita estar a la altura de las exigencias del mercado y que le dé una ventaja competitiva sobre su competencia.
El crecimiento de una empresa se puede dar de una manera orgánica (usando recursos internos) o inorgánica (mediante alianzas o uniones externas). En las primeras el crecimiento se genera con el uso de los recursos internos de producción y venta para llegar a más clientes o consumidores. En la segunda, el crecimiento se da mediante la unión de esfuerzos con empresas que se dediquen a lo mismo o sean complementarias a las actividades del negocio.
Una vez que el empresario llega a la conclusión de que lo adecuado para lograr el mayor crecimiento en el menor plazo posible es mediante la unión de esfuerzos con otra igual o complementaria, deberá definir la estrategia de fusionarse con la demás o bien adquirirla o ser adquirido.
Ya sea que se decida por la fusión o adquisición, será necesario llevar a cabo un proceso de evaluación de la empresa a ser fusionada o adquirida. A este proceso de evaluación, normalmente se le llama en inglés Due Diligence, que significa el debido proceso. El nombre debería explicarlo todo, el administrador de la empresa que adquiere o fusiona a la otra empresa, se vuelve automáticamente responsable de todo lo que representan los derechos y obligaciones existentes al momento de la compra, por lo tanto, se tiene que asegurar que conoce y entiende perfectamente dichos derechos y obligaciones adquiridos.
Esa responsabilidad mencionada, requiere que el adquirente lleve a cabo todas las tareas necesarias para asegurarse de que lo que le dicen que está adquiriendo sea verdadero. En consecuencia, el proceso requerirá (de una manera resumida y no limitativa):
- Verificar que todos los bienes adquiridos existan, que los derechos sobre estos estén a nombre de la empresa y en condiciones físicas iguales a las que el vendedor describe, valuados razonablemente y que estén libres de gravámenes, excepto aquellos que sean negociados en el proceso de compra.
- Verificar que las ventas y los ingresos que el enajenante dice tener, sean reales, no sujetos a condicionamientos no revelados en el proceso de compra y que estén basados en una lista de clientes consistente.
- Verificar que las cuentas por cobrar al momento de la compra existan y sean cobrables en un plazo razonable de acuerdo con los estándares del giro de la empresa adquirida, que estén libres de gravámenes y que aquella cartera vencida, sea valuado a su valor razonable de recuperación.
- Verificar que las existencias de mercancía (sea materia prima, insumos, proceso o producto terminado) al momento de la compra, existan físicamente, estén valuadas de acuerdo a un precio justo o de mercado, en condiciones óptimas y en su caso que toda aquella mercancía obsoleta o de lento movimiento sea valuada al valor de desecho.
- Verificar que cualquier otro activo que esté dentro del proceso de negociación exista, su valor sea el justo o razonable, estén libres de gravámenes y se tengan todos los derechos sobre estos.
- Verificar que todos los pasivos y obligaciones de cualquier tipo (financieros, laborales, impositivos o contingentes – garantías y similares), estén apropiadamente reflejados en la contabilidad.
- Verificar que la empresa se encuentre en cumplimiento con todas las disposiciones legales, de impuestos, ambientales, entre otras, a que esté sujeta.