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5 prácticas necesarias en líderes ante crisis en la empresa
Cuando se está viviendo una situación complicada que pone en riesgo el negocio y a los propios empleados, quienes deben gestionar la comunicación, dar la cara ante lo contenido e informar de todo lo relativo y acciones a tomar son los líderes.

El canal de comunicación debe estar siempre abierto y debe ser transparente.
Los riesgos para las empresas nunca desparecen, pueden ir desde un problema de ventas, poco flujo, hasta catástrofes naturales como sismos o inundaciones, que pueden acabar con el negocio en cuestión de minutos, por lo que los líderes deben estar preparados ante todo posibles escenarios, prevenir y actuar oportunamente si se presenta algo complicado.
Parte de las estrategias de acción es el saber relacionarse con los colaboradores, el alma de las organizaciones y quienes son lo primeros en ser afectados cuando se presenta algún conflicto, pues el riesgo de perder su fuente de ingresos es muy alta.
De acuerdo con Yago De La Cierva, autor del libro Navegar en aguas turbias, las crisis pueden surgir por problemas externos como la globalización, economía, tecnologías, así como temas sociales como ideologías, cultura, escándalos, entre cientos de motivos, que si no saben gestionar, pueden condenar al negocio.
Si bien lo ideal es contar con un plan de prevención, pocas lo desarrollan y actúan hasta que la situación ya está presente, momento en el cual deben conducirse de una forma ética y mantener una comunicación adecuada.
De La Cierva indica que las empresas con una cultura organización fuerte y sana, son las que trabajan más en reducir el riesgo de vivir una crisis, mientras que las que se basan en la burocracia, son inflexibles y tienen el poder enfocado en una sola persona, tal como el modelo de trabajo clásico, son más vulnerables a los incidentes.
“Muchas veces, la competencia de directivos y comunicadores se puede medir en el modo en el que prevén el futuro, anticipan los problemas y oportunidades y reservan recursos para ambos”, señala el autor en su libro.
El papel de los líderes
Cuando se está viviendo una situación complicada que pone en riesgo el negocio y a los propios empleados, quienes deben gestionar la comunicación, dar la cara ante lo contenido e informar de todo lo relativo y acciones a tomar son los líderes, pero ¿qué deben tener en cuenta para actuar adecuadamente.
Para De La Cierva esto se puede lograr a través de cinco prácticas:
- Transparencia: no importa que suceda, los efectos que existan y posibles consecuencias que se vivirán, siempre se debe hablar con claridad y la verdad, tanto a los socios como los colaboradores. El compartir información transparente también será el punto de partida para negociar cómo resolverlo.
- Respetar prioridades: antes de comenzar a buscar las soluciones, hay que considerar primero a todos a los afectados y las partes involucradas, cómo es que están sufriendo, cómo se participó para llegar a esa situación, entre otros elementos.
- Propuesta de objetivos: se debe hacer un consenso del sector de los afectados con clientes externos e internos (empleados) sobre su sentir y qué pueden contribuir a ello. Dar voz a todos es fundamental para salir de la mejor forma del problema, además que es ahí donde surgirán los objetivos y estrategia a seguir.
- Definir políticas: una vez que se escuchó a todas las partes y se definieron los objetivos a lograr, los líderes deben diseñar el plan de ejecución que también deberá ser sometido a consenso de la empresa y de los propios afectados.
- Determinar responsabilidades: la puesta en marcha de la acción debe constar de actividades en las que se involucren las partes afectadas, donde tengan el poder de controlar y aportar sobre la ruta a seguir, buscando las mejores soluciones para todos. Los líderes deben seguir a su lado y coordinando las acciones, así como siendo el canal de conexión entre la empresa y la parte afectada, siempre con respeto, empatía y honestidad.
Lo más importante, resalta De La Cierva, es contar con un manual de crisis para prevenir desperfectos, el cual debe considerar las exigencias legales requeridas, los recursos disponibles y los criterios de implementación. Asimismo, hay que conformar un comité de crisis y tener planes de respuesta a los posibles escenarios.

