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Europeos, músculo de selecciones sorpresa en Concacaf
Una quinta parte de los futbolistas registrados en Copa Oro 2025 nacieron en el Viejo Continente; es una estrategia que empieza a elevar el nivel de varios países entre el Caribe y Centroamérica.

Foto: Reuters
Que las selecciones de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol (CONCACAF) convoquen a cada vez más futbolistas nacidos en Europa ya no es una estrategia secreta para mejorar su desempeño.
Abiertamente, selecciones como Jamaica y Surinam han expresado en años recientes su plan de sumar cada vez más jugadores de doble nacionalidad, es decir, nacidos y criados en Europa pero que tengan alguna raíz con sus países. De esa forma, pueden ser parte de su plantilla para torneos como Copa Oro, Liga de Naciones y eliminatorias mundialistas.
El ejemplo actual es la Copa Oro. De los 413 convocados por todos los participantes en la edición 2025, el 21.79% nacieron en el Viejo Continente; una quinta parte de las plantillas.
“Sin duda esto va en aumento porque ahora los entrenadores y directivos ya se dieron cuenta de que es una manera de fortalecer a sus selecciones, buscar jugadores de raíces, en el caso de CONCACAF, las caribeñas sobre todo, en países como Inglaterra u Holanda, que fueron colonias en su momento”, opina para El Economista, Martín Del Palacio Langer, ex editor digital del sitio de FIFA y con más de 20 años de experiencia en el entorno deportivo.
En efecto, el Caribe tiene a la selección con mayor número de jugadores nacidos en Europa durante la Copa Oro 2025: Curazao, un país autónomo que pertenece al reino de Países Bajos.
De sus 24 convocados, 22 nacieron en el Viejo Continente y han forjado su carrera futbolística allá. De hecho, algunos fueron parte de selecciones menores de Países Bajos, como Jurgen Locadia y Livano Comenencia.
Una situación similar se ve con Surinam, país independiente que hasta 1975 fue colonia de Países Bajos. Aunque geográficamente se encuentra en el cono de Sudamérica, participa en CONCACAF.
De sus 26 convocados, 18 son originarios de Europa y algunos también pasaron por las categorías menores de la selección de Países Bajos, destacando Jean-Paul Boetius y Justin Lonwijk. No obstante, no pudieron consolidarse como figuras del otro lado del Océano Atlántico.
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—¿Se puede considerar esto como un plato de segunda mesa?
“Seguro. Son jugadores ingleses, franceses u holandeses que no tuvieron la capacidad para jugar en la selección principal pero que quieren vivir el futbol de selecciones, entonces, esas selecciones son plato de segunda mesa. La gran mayoría, no todos, tienen procesos en selecciones menores de los países donde nacieron y eso quiere decir que querían seguir ese camino, al punto de que no hemos visto nunca el caso de un jugador que haya decidido activamente jugar por un país de CONCACAF pudiendo jugar por un país europeo”, explica Del Palacio Langer.
En total, 11 de las 16 selecciones participantes en Copa Oro cuentan con al menos un futbolista nacido en Europa: Curazao (22), Surinam (18), Jamaica (14), Guadalupe (12), Haití (9), República Dominicana (7), Estados Unidos (3), Trinidad y Tobago (2), Canadá (1), Honduras (1) y El Salvador (1).
La muestra aumentó respecto a las últimas dos ediciones de Copa Oro. En 2021, fue el 13.94% de todos los jugadores los que nacieron en Europa; en 2023 fue el 13.67%. Para 2025 el salto fue de casi 10%.
Cabe aclarar que cada jugador y selección tiene un contexto específico. Hay algunos que únicamente nacieron en Europa pero se forjaron en la región de CONCACAF. Guadalupe, por ejemplo, es un territorio de ultramar que es considerado parte de Francia.
Pero los equipos con cantidades más altas sí reflejan la estrategia de mejorar sus plantillas y no sólo para Copa Oro, sino para el Mundial 2026.
“Obtienen jugadores de más calidad porque están formados en mejores futboles y muchas veces con procesos en selecciones menores de los países potencia en los que nacieron, también con más roce internacional porque muchos están jugando en las ligas europeas y no en las locales.
“Yo creo que ayuda, mejora la calidad de la zona. Estamos viendo a República Dominicana con jugadores nacidos en España; Surinam tiene muchos nacidos en Holanda; Haití y Jamaica, creo que son selecciones que las hemos visto dar un salto de calidad. Antes, Surinam no existía realmente como selección”, profundiza el analista.
Y es que de las selecciones actuales en Copa Oro, las que se mantienen en pelea por un boleto al Mundial 2026 en las eliminatorias de CONCACAF (exceptuando a los anfitriones) son: Costa Rica, Surinam, Honduras, El Salvador, Curazao, Panamá, Jamaica, Guatemala, Haití y Trinidad y Tobago. De ellas, sólo Costa Rica, Panamá y Guatemala no cuentan con jugadores nacidos en Europa.
Surinam y Curazao nunca habían llegado a la última ronda de eliminatorias de CONCACAF, pero en este momento siguen en la batalla por un pase al Mundial 2026. Haití, por su parte, no lo conseguía desde el ciclo para España 1982.
Salvo que estos jugadores ‘europeos’ ayuden a dichos países a una histórica calificación al Mundial 2026, el analista consultado por este diario no ve que haya un mayor aporte con sus participaciones.
“Creo que no mucho porque juegan con la selección y se van, no es que dejen un legado. Quizás se convierten en ídolos para los jóvenes de esos países, quienes los admiran porque tienen más éxito internacional, pero, si van al Mundial, ahí sí el legado va a ser innegable”.