Buscar
Deportes

Lectura 6:00 min

Nairo Quintana: forjar vidas al ritmo de un campeón

El laureado ciclista colombiano apuesta a compaginar su carrera con el altruismo social, incentivando a niños y jóvenes a encontrar un nuevo camino a través del deporte.

main image

CYCLING-FRANCE/

Los ojos de Nairo Quintana (Boyacá, Colombia; 4 de febrero de 1990) se han vuelto imparables ante cualquier adversidad, pues están forjados con lucha y resistencia a lo largo de los años. Desde su infancia en los campos de cultivo de frutas y verduras, ayudando a su padre a obtener el sustento económico de la familia, hasta llegar a la cima de dos de los más grandes eventos del ciclismo mundial, el Giro de Italia y la Vuelta España, los cuales ganó en 2014 y 2016, respectivamente. Todo forma parte de su historia de éxito.

Ese camino de adversidades desde temprana edad le hizo entender que la vida se compone de una fórmula sencilla pero que requiere de mucho esfuerzo: trabajar para ser feliz. Por eso, ahora que se ha convertido en una figura del deporte para toda Latinoamérica, pregona esa mezcla como la causa de su éxito y la comparte con las nuevas generaciones, a quienes busca convertir en “mejores personas antes que ciclistas”.

Desde su concentración en el Tour de France 2022, donde se ha posicionado como cuarto lugar de la clasificación general (al cierre de la etapa 16), Nairo Quintana explicó a El Economista la importancia que tiene en su vida su otra versión, pues aparte de ser un ciclista de alto rendimiento es un luchador empedernido que ayuda a ofrecer mejores oportunidades a los niños y jóvenes a través del deporte.

“Desde 2014 nos hemos dado cuenta que hemos hecho del peor deportista una gran persona, hemos podido alejar a niños de las drogas, de la delincuencia, hemos podido reformar niños que tenían o sufrían de bullying, baja autoestima, poderlos sacar de ese encerramiento y hacerles conocer el mundo, hacerles creer en sí mismos, porque todo eso deja el deporte en general”.

Quintana empezó su carrera como ciclista a los 19 años, en 2009, en el equipo Boyacá es para vivirla, que compite en categoría amateur dentro de la Unión Ciclista Internacional (UCI). Fue el primer paso para que en 2012 se uniera al Movistar Team de España, un equipo con presencia en grandes competencias internacionales y en donde ganó el Giro de Italia y La Vuelta, hasta que en 2020 fue fichado por el equipo francés Arkea Samsic, al que actualmente representa en el Tour de France.

Pero nunca olvidó sus raíces y a partir de 2014 empezó a colaborar con su equipo inicial, que ahora recibe el nombre de Boyacá Raza de Campeones, para ayudar a acercar el ciclismo a niños y jóvenes de hasta 18 años. Anualmente, este grupo impacta a 900 chicos colombianos al permitirles participar en competencias internacionales y brindarles herramientas para seguir estudiando.

“Son jóvenes que motivan a sus vecinos, a sus familias, que han salido de un no saber qué hacer con su vida, con falta de autoestima y motivación. Los hemos venido formando y los que no han sido ciclistas han visto otros caminos para realizar su vida, no solamente se quedaron en el campo, han venido estudiando, se han venido preparando y de la mano del ciclismo les hemos sembrado lo más importante para un ser humano, que es la disciplina; cuando un ser humano tiene disciplina hace lo que sea y lo que se proponga positivamente”.

Recuerda que en su infancia utilizaba una lata de atún para jugar en las montañas de su natal Tunja, a 2,800 metros sobre el nivel del mar. Pero gracias a su alto rendimiento y su palmarés, en el que también cuentan tres podios del Tour de France (segundo en 2013 y 2015 y tercero en 2016), ahora es un Top 20 del mundo en cuanto a ciclistas con mejores ingresos, ganando 1.9 millones de euros al año con el equipo Arkea-Samsic.

Ni el dinero ni los éxitos cambiaron el semblante de humildad de Quintana. Sigue creyendo que el trabajo es la única vereda a la felicidad y eso es lo que trata de compartir a las nuevas generaciones.

“Siempre he sido muy feliz, un hombre que siempre ha luchado por hacer las cosas mejor que los demás. Soy un convencido de que el único éxito que puede tener el hombre en la vida es el trabajo, nada viene de gratis, eso me ha dejado mi infancia, me lo ha enseñado mi familia y eso es lo que hoy trato de transmitir a los jóvenes: debes tener sacrificio y trabajar si quieres conseguir lo que deseas”.

Nairo Quintana es parte del renacimiento del ciclismo colombiano en las grandes plataformas internacionales. En 2020, por ejemplo, participaron 10 ciclistas de su país en el Tour de France, incluyendo al ganador de la edición 2019, Egan Bernal. Aunque la cifra se quedó distante de los 26 que participaron en 1986, significó un avance importante para resaltar el poder que este deporte tiene tanto en tierras cafeteras como en gran parte de Latinoamérica.

Ahora con 32 años, el oriundo de Boyacá aspira a terminar el Tour de France 2022 al menos dentro del Top 10 y reconoce que está en la mira de unirse al bicampeón Tadej Pogacar en el equipo UAE Emirates, toda vez que termine su contrato con Arkea-Samsic en esta misma temporada.

“He estado pedaleando muy bien, estoy contento, el cuerpo ha respondido y hoy veo lo que se ha hecho por el ciclismo colombiano, después de 10 años cuántos colombianos somos aquí (en el Tour de France), representando a Colombia en diferentes equipos europeos. Fue el sembrar esa semilla y han venido frutos rápidamente, queremos seguir sembrando y forjando esos grandes campeones y haciendo disfrutar también a los apasionados del ciclismo”.

Pero a la par de su éxito sobre la pista, no se olvida de su faceta como luchador social, enviando mensajes de aliento a los niños y jóvenes. Es algo que también ha aprendido como embajador de la UNICEF desde 2014 y que ocho años más tarde sigue trabajando con toda su humildad y experiencia.

“Creo que parte del error que hacemos hoy los padres con los niños es dejarlos encerrados, muchos los llevan con el psicólogo o psiquiatra porque no se quedan quietos, pero realmente es porque toda la vida hemos sido libres y eso es lo que el deporte le va a dar al niño, un aprendizaje, tranquilidad. En el deporte te encuentras contigo mismo y haces una buena persona, yo el mensaje que transmito es que los niños y los papás hagan deporte, que compren salud, una buena bicicleta y no dejar el dinero en pastillas para la tensión”, concluye el ciclista sudamericano.

kg

Temas relacionados

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros NewslettersREGÍSTRATE AQUÍ
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete