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Los bronces en Tokio 2020 que engrandecen el legado de México
En el primer fin de semana de los Paralímpicos, la delegación mexicana se coloca entre los 25 mejores países del mundo en total de medallas.

“Estuve a días de quedar fuera de la justa, pero ahora estoy feliz y doy gracias a toda la gente que creyó en mí porque todo estaba perdido”, reflexionó el nadador mexicano, Diego López, tras ganar bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, su segunda participación luego de 2016.
El tritón de 26 años es uno de los cinco medallistas que tuvo México durante el fin de semana, de los cuales, tres fueron de bronce y dos de oro. Los otros que subieron al podio en tercer lugar fueron Eduardo Ávila y Lenia Ruvalcaba en judo, mientras que los del primer lugar fueron Amalia Pérez en powerlifting y Jesús Hernández en natación.
Con esto, México alcanzó siete medallas en Tokio 2020 y terminó la jornada del fin de semana en el puesto 25 del medallero mundial. Además, fue el tercer mejor país de Latinoamérica, solo superado por las 12 preseas de Colombia y las 30 totales de Brasil.
Para Diego López, la medalla fue especial luego de un año y medio complicado en la pandemia en el que incluso se vio obligado a entrenar amarrado a un árbol de aguacate en su natal Veracruz: “Agradezco a toda la gente que estuvo involucrada en este proceso, mi preparador físico, fisioterapeutas, entrenador, auxiliares, gente que se sumó en este camino que nos deja esta pandemia”.
“A pesar de todo lo malo que ha sucedido nos ha dejado cosas buenas” dijo López Díaz, originario de Xalapa, Veracruz, quien fue abanderado de la delegación mexicana en la inauguración de Tokio 2020 con el reconocimiento de haber recibido el Premio Nacional del Deporte en 2019. Esto representó su primer podio en Juegos Paralímpicos y lo ganó en la especialidad de 50 metros S3 espalda.
Los otros ganadores de bronce fueron los judocas Lenia Ruvalcaba y Eduardo Ávila. La primera, originaria de Guadalajara, sumó así su tercera presea en su historial paralímpico: plata en Beijing 2008, oro en Río 2016 y bronce en Tokio 2020 en la categoría de -70 kilogramos, imponiéndose a la representante de Turquía, Raziye Ulucam.
“El último mes fue bastante complicado, no pensé que iba poder llegar aquí a Tokio por situaciones de covid y de pronto se logra esta medalla. Me voy con un bronce, desafortunadamente no fue el oro que yo quería, pero con todo mi corazón está aquí este resultado y estoy contenta porque no me voy con las manos vacías”, analizó la judoca.
Por su parte, Eduardo Ávila consiguió en Tokio su cuarta medalla paralímpica luego de un oro en Beijing 2008 y otro en Río 2016, así como un bronce en Londres 2012 y este en Tokio 2020. En la justa japonesa, ganó en la categoría de -81 kilogramas al francés Nathan Petit.
“Me siento bien, pero no satisfecho, perdí en semifinal contra el campeón mundial, nos fuimos a golden score, fue como si hubiéramos hecho dos combates, él mismo me lo dijo al final, tú eres el rival más fuerte, nos encontramos en la semifinal, pero para mí tu combate fue la final y me siento bien, no satisfecho, pero jamás voy a menospreciar una medalla de bronce”, dijo el apodado ‘Judoman’, quien además de ser atleta es Licenciado en Administración por la Universidad Anáhuac.
Estos tres bronces, más los oros de Amalia Pérez y Jesús Hernández, se agregaron a los bronces de Fabiola Ramírez (natación) y Rosa María Guerrero (lanzamiento de disco) para posicionar a México en el sitio 25 del medallero y quedarse a solo tres preseas de las 300 en la historia de los Juegos Paralímpicos (hasta antes de la actuación del lunes).
Tras una semana de los Juegos en Tokio, México aún se encuentra lejos de su participación histórica más baja en el medallero, que fueron 11 en Barcelona 1992. Desde el año 2000, las delegaciones paralímpicas mexicanas no bajan de 15 medallas y un máximo de 34.