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Es verdad, Robinho no es Neymar, pero es una gran inspiración
Robinho siempre quiere regresar a casa, lo hizo en el 2010, cuando estando en Milán pidió ser prestado a Santos, al club con lo lanzó al estrellato y retornó a la selección una vez que Dunga también regresó a la banca.

Santiago, Chi. Hace algunos años, Robinho era considerado el esperado sucesor de Pelé. A los 21 años llegó a Real Madrid y, años después, Manchester City pagó por él 43 millones de euros. Es todavía el segundo fichaje más alto en la historia del equipo inglés, pero en el futbol europeo siempre quedó como una promesa, al que su vida de carnaval brasileño nunca lo dejó convertirse en una figura internacional.
Parece ser que Sudamérica saca lo mejor de Robson de Souza, el delantero que anoche lideró a Brasil a la segunda ronda de la Copa América, tras vencer 2-1 a Venezuela. Sin Neymar suspendido por lo que resta de la Copa a menos de que este martes el comité disciplinario reduzca la sanción de cuatro partidos más los brasileños se sostuvieron del liderazgo ofensivo de Robinho, ya sin florituras o desplantes de habilidad, la madurez le llegó al futbolista de 31 años, que al momento de salir de la cancha al minuto 76, la gente se rindió ante la calidad del brasileño.
Ya no tiene la picardía de Neymar, ni la velocidad o al arrojó del atacante de Barcelona, no; pero Robinho fue quien controló los destinos de Brasil al ataque, con un pase, con una finta y un centro. Primero fue al cobrar un tiro de esquina que le puso un pase de gol a Thiago Silva, el defensa remató el balón y venció a Alain Baroja para el primer gol del partido; luego, fue él quien le dio ritmo al juego brasileño, con pausa y tranquilidad, aquélla que difiere del estilo carioca cuando Neymar juega, puro vértigo y filigrana.
No fue coincidencia que tras la salida de Robinho, Brasil perdió la pelota y la estabilidad emocional. Sonia Ramón, psicóloga de Neymar, recomendó que la estrella brasileña jugara con Robinho en la delantera, por una razón de complicidad, tanto dentro como fuera de la cancha.
Aun con el gol de Roberto Firmino, Brasil no pudo contener el entusiasmo de los venezolanos, que con el gol de Nicolás Fedor a cuatro minutos del final, todavía pudo avanzar a la siguiente ronda cuando el mismo delantero no pudo conectar un centro.
Robinho siempre quiere regresar a casa, lo hizo en el 2010, cuando estando en Milán pidió ser prestado a Santos, al club con lo lanzó al estrellato y retornó a la selección una vez que Dunga también regresó a la banca.
El delantero fue parte del plantel brasileño que ganó por última ocasión la Copa América, en Venezuela 2007. Hace unos meses decidió rescindir su contrato con Milán, al que le quedaba un año y 3 millones de euros como sueldo, para continuar en Santos, donde ganó el torneo Paulista y fue elegido el MVP del torneo.
Robinho, el sucesor de Pelé que nunca fue, ahora es un hombre y, ante la ausencia de Neymar, deberá de llevar a Brasil a la cima.