Diego Schwartzman: Prueba de cómo ser top 10 desde Latinoamérica

Fue en marzo de 1998, hace casi 26 años, cuando Latinoamérica ocupó por primera vez la cima del ranking mundial del tenis varonil. El chileno Marcelo Ríos, ganador de 18 títulos, aparecía en aquella ocasión como el líder de la clasificación de la ATP, algo que se convirtió en un hito para los jugadores de la región.

Desde entonces, han sido esporádicos los tenistas latinoamericanos que han entrado si quiera al top 10 de la ATP. El brasileño Gustavo Kuerten fue de los más destacados por repetir la cima de Marcelo Ríos en el año 2000, en 2018 estuvo Juan Martín Del Potro y en 2020 tocó el turno a Diego Schwartzman; estos dos últimos, de origen argentino.

“Es muy importante que no sean solamente países europeos o norteamericanos los que estén allá arriba, sino que haya más jugadores latinoamericanos todavía”, comenta Schwartzman a El Economista previo a su próxima participación en suelo mexicano, que será en el Abierto de Los Cabos (ATC) 2024.

Schwartzman fue invitado como uno de los tres wildcards del ATC 2024, un torneo en el que es considerado referente por haber sido campeón de su cuarta edición (2019). Después de aquel trofeo en México, asumió como octavo del ranking mundial un año más tarde, a partir de octubre de 2020.

Acumula 14 finales de singles en su carrera en el ATP Tour con cuatro títulos, siendo el más destacado el de nivel 500 de Río de Janeiro 2018. Pero su currículum se engrosa con otras actuaciones que no fueron trofeos: el subcampeonato del Masters de Roma 2020 contra Novak Djokovic, un par de victorias contra su compatriota, Juan Martín Del Potro, y otra contra Rafael Nadal. Su máximo alcance en Grand Slams fue la semifinal de Roland Garros 2020, donde cayó justamente ante Nadal.

Sin embargo, las temporadas 2021, 2022 y 2023 fueron en detrimento de su carrera. Al día de hoy, Schwartzman ni siquiera es top 100 de la ATP (115) y cerró la campaña pasada con el tercer porcentaje de victorias más bajo de su carrera: 44%, producto de un balance de 25 derrotas contra 13 triunfos.

“En cuanto a qué se puede esperar de mí en esta temporada, es el mismo esfuerzo y dedicación con la que hago las cosas, es lo que la gente más me reconoce y es lo que más disfruto hacer en el día a día, estar preparado para que, si las cosas mejoran, poder hacerlo como quiero y disfrutar adentro de la cancha”, señala a este diario.

Diego Schwartzman debutará en el Abierto de Los Cabos 2024 este martes, cuando enfrente en primera ronda al estadounidense Emilio Nava (ranking 146). Su cuadro le permitiría toparse en cuartos de final con el australiano Álex De Miñaur y en una hipotética semifinal con el alemán Alexander Zverev, el mejor sembrado del torneo.

De Latinoamérica a la élite del tenis mundial

Más allá de que no está en su mejor momento, el argentino de 31 años es una voz autorizada para hablar de por qué es importante que los tenistas latinoamericanos se mantengan en la élite. Lo primero que advierte es que no es fácil ante las dificultades históricas de la región.

“Más allá de los problemas de infraestructura y económicos en distintos países de Latinoamérica, que eso va a ser difícil que se pueda solventar de una u otra manera, creo que seguir generando buenos profesionales que solventen y faciliten lo que no se puede encontrar en la parte de infraestructura va a seguir siendo fundamental”.

En Buenos Aires, capital de Argentina, existen actualmente alrededor de 50 academias de tenis. Uno de los impulsores para que este deporte se popularizara en dicho país fue Guillermo Vilas, uno de los máximos exponentes argentinos en ATP. Por otra parte, la Asociación Argentina de Tenis (AAT) firmó un acuerdo de colaboración con la Academia de Rafael Nadal desde 2018 para tener una base de entrenamiento para los jóvenes prospectos pamperos. Schwartzman llegó a entrenar allí.

Actualmente, Argentina es el país latinoamericano con más exponentes dentro del top 100 de la ATP. Francisco Cerúndolo es el mejor en el ranking 22, seguido de Tomás Etcheverry (27), Sebastián Báez (30), Facundo Díaz (59 y nuevo campeón del Abierto de Buenos Aires), Pedro Cachín (76) y Federico Coria (85). Detrás viene el experimentado Diego Schwartzman.

“Creo que los profesionales de buena calidad sobran en Argentina y la región y eso ayuda a que siga habiendo nuevos jugadores (destacados en el ranking). Ojalá que el tenis latinoamericano pueda seguir dando pasos hacia adelante, Argentina es un buen ejemplo, también Chile, ojalá que México pueda volver a tener jugadores en la élite, Brasil lo mismo”.

—¿Qué consejos darías a los jóvenes latinoamericanos para que puedan consolidar su carrera en el tenis profesional?

—“Diría que siempre le respondan a los que más saben, que escuchen, que de todos tomen algún ejemplo, de todos los más importantes les presten atención, que puedan seguir viéndolos y que eso genere que a cada uno le ‘roben’ un poquito y lo puedan llevar a su día a día. Creo que eso es lo más importante, el poder aprender de muchos jugadores y mucha gente”.

La relevancia de la iniciativa privada

Diego Schwartzman tampoco deja de lado el papel de la iniciativa privada en la formación de los tenistas sudamericanos. En una entrevista con BAE Negocios, su madre, Silvana, mencionó que llegó a vender pulseras en los torneos en los que participaba su hijo para sufragar algunos de sus gastos cuando apenas recibía algunos apoyos privados.

“La verdad que vengo de un lugar donde no había casi nada, así que rápidamente cambió el presente en mi vida y el de mi familia. Tuve mucho apoyo de privados cuando era chico para poder dedicarme al tenis y eso me facilitó un montón de cuestiones sobre todo en el arranque de mi carrera. Hoy les agradezco mucho porque creo que sin ese apoyo hoy no estaría aquí”, insiste Schwartzman a El Economista.

En aquella entrevista con BAE Negocios, agregó: “Es carísimo salir a jugar al exterior cuando uno es chico y si no lo hace prácticamente se condena a no llegar al circuito mayor (…) Los argentinos, sobre todo, solemos tener complicaciones en el arranque de la carrera porque el apoyo no a todos les llega”.

Schwartzman inicia un torneo más en el ATP Tour esta semana en el Abierto de Los Cabos, un torneo en el que ya fue campeón y en el que, además, es visto como referente para el tenis latinoamericano. Su análisis se centra en el apoyo de la iniciativa privada, pero también en el papel de otros jugadores de la región que ya lograron consolidarse.