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Antonio Brown paga el precio por el drama con Tampa
El receptor abierto estrella de Tampa “ya no es un Buc" y se perdió varios incentivos económicos contractuales por continuar con conductas antideportivas.
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A toda acción corresponde una reacción y Antonio Brown enfrentará el precio de su conducta. El receptor abierto dejó boquiabiertos a todos los espectadores después de negarse a volver a entrar al juego cuando se lo pidió el entrenador Bruce Arians.
Brown se quitó la camiseta, los guantes, las hombreras y arrojó su jersey a las gradas, atravesando la zona de anotación topless y saliendo del campo por el túnel.
“Another Brown drama”, así comenzaron las reacciones en redes sociales, cuando transcurría casi la mitad del partido que los Tampa Bay Bucaneers ganaron a New York Jets.
El jugador está fuera del equipo y también se pierde una serie de incentivos económicos contractuales que estaba cerca de alcanzar.
De acuerdo a Spotrac, Brown habría necesitado de ocho capturas más para desbloquear un bono de contrato por 333,333, dólares, unas 55 yardas de recepción más para desbloquear otro bono de 333,333 dólares y sólo un touchdown de recepción más para obtener un bono de 333,333. Los tres incentivos habrían ascendido al millón de dólares.
En cálculos del mismo portal Spotrac, Brown tenía oportunidad para llegar a las 50 o 70 recepciones, y a las 600 u 800 yardas, así como hacer cinco y siete touchdowns. Brown también habría ganado un bono de 250, 000 dólares si los Buccaneers ganan el Super Bowl y él hubiera participado en el 45% de las jugadas del equipo.
Después de ser cortado, Brown probablemente terminará su temporada 2022 con 42 recepciones para 545 yardas y cuatro touchdowns en siete juegos.
El entrenador Bruce Arians sabía quién era Antonio Brown, mucho antes de contratarlo y del desplante del domingo en el MetLife Stadium.
"Sí, solo lo conozco, y no encaja en nuestro vestuario", dijo en un programa de radio en marzo de 2020.
Brown, quien fue fichado por los Buccaneers a mediados de la temporada 2020 a instancias del quarterback Tom Brady, había estado jugando con un contrato de un año y 3.1 millones de dólares firmado en abril de 2021.
Arians vio a Brown de primera mano en Pittsburgh, donde fue el coordinador ofensivo durante las dos primeras temporadas de Brown. En esa etapa se podían leer titulares con las acusaciones de violencia doméstica contra las madres de sus hijos y las múltiples quejas de contratos comerciales que apuntaban que él no cumplía.
La historia detrás de la extraña salida de Brown del juego tiene varias hipótesis, una de ellas es por una lesión en el tobillo, pero si esa fuera la causa, eso le habría impedido jugar el mes pasado si no hubiera sido suspendido tres partidos por la NFL por violar los protocolos de Covid-19.
Según Ian Rapoport de NFL Network, Brown sintió que estaba demasiado lesionado para regresar al juego en ese momento. Se había perdido varias semanas por la lesión que coincidió casi con la suspensión por su tarjeta de vacunación falsa.
No es la única vez de una conducta antideportiva, en diciembre del 2018, Brown fue desactivado por los Steelers en la Semana 17 luego de supuestamente lanzar un balón a un compañero en los entrenamientos. En el 2019, en agosto, se perdió prácticas de entrenamiento de los Raiders debido a quejas por el casco. En septiembre fue cortado por los Raiders, luego de una publicación en Instagram pidiendo su corte.
El mismo mes, la ex entrenadora Britney Taylor acusó a Brown de agresión sexual, mientras un artículo de Sports Illustrated reportó un segundo incidente de conducta sexual inapropiada.
Brown ha tenido más oportunidades que cualquier jugador de la NFL, pero su decisión de salir del campo el domingo puede marcar el final de su carrera.
Tom Brady pidió compasión y espera que Brown reciba el tipo de ayuda que necesita.
"Creo que todos deberían hacer lo que puedan para ayudarlo en las formas en que él realmente lo necesita".
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