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Jornada laboral de 40 horas requiere una dosis de realidad: IP
El sector empresarial insistió en medidas adicionales a la gradualidad planteada por el gobierno. Mientras tanto, los sindicatos se mantienen en la postura de una implementación paulatina para el 2027.
El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Alejandro Malagón, aseguró que implementar una jornada laboral de 40 horas en el país requiere una dosis de realidad.
Durante su participación en el Segundo foro para la implementación de la semana laboral de 40 horas organizado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el dirigente industrial señaló que la discusión sobre la jornada laboral es uno de los debates más relevantes de las últimas décadas de México.
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Indicó que el país no puede permanecer ajeno a las tendencias globales que buscan mejorar el balance entre la vida y trabajo, ya que recomendaciones internacionales como la 116 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestra que se puede llevar a cabo una reducción gradual y progresiva de la jornada, sin afectar el ingreso de las personas trabajadoras.
“Pero también es cierto, que la experiencia demuestra que este tipo de reformas requiere de una dosis de realismo, no se trata solo de una buena voluntad, se trata de ingeniería laboral, de capacidades operativas y sobre todo de responsabilidad presupuestaria con una madurez institucional”, aseveró.
Expuso que la reducción de la jornada es una meta que puede y debe ser alcanzada, pero de manera gradual, diferenciada y tomando en cuenta las viabilidades de las empresas y la productividad.
“México no es un país homogéneo, no lo es en su economía ni en sus sectores productivos, y por supuesto tampoco en el tejido empresarial”, resaltó el dirigente de los industriales.
Algunas de las propuestas que la Concamin enunció fueron: mitigación de impactos y fortalecer la implementación; la gradualidad y flexibilidad; tecnología y productividad, estímulos fiscales con deducción al 100% de la nómina adicional; diálogo social tripartita y mesas de diálogo, entre otros planteamientos más.
En tanto, Jorge Humberto Santos, presidente de la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León (Caintra), indicó que el sector industrial tiene la disposición de generar mejores condiciones laborales sin perder el enfoque a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
“Estamos dispuestos a mejorar aún más las condiciones de trabajo, debemos hacerlo gradualmente con un fuerte enfoque hacia la productividad volviéndonos más flexibles de forma laboral y apoyando también a las mipymes que son las que generan siete de cada diez empleos”, comentó.
En ese sentido, la Caintra propuso: mejorar la productividad de todos los sectores; la gradualidad de la implementación de la reforma; flexibilidad en el marco laboral respecto a las horas extras; y contar con incentivos para apoyar a las mipymes.
Por otro lado, Humberto Martínez Cantú, director del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de exportación (Index), apuntó que la competitividad y el bienestar no están peleados, ya que se deben construir de manera conjunta.
“Hablar de productividad es uno de los grandes pendientes nacionales, para que esta reforma sea sostenible, es indispensable colocar en el centro del debate la productividad”, indicó.
En ese sentido hizo un llamado para acompañar el proceso de reducción con una política pública integral a través del diálogo tripartito, para impulsar la productividad que contemple programas nacionales de capacitación laboral, incentivos fiscales que inviertan en eficiencia operativa y apoyos en simplificación para las empresas.
Sindicatos se mantienen en un plazo menor de gradualidad
Leslie Berenice Baeza Soto, oficial mayor en el comité ejecutivo nacional de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), señaló que en el 2025 debe iniciar la reducción de las horas de trabajo para cerrar el año con un límite de 46 horas semanales.
“En el 2026, reducirla a 44 horas y en el 2027 alcanzar la reducción de las esperadas 40 horas semanales”, comentó.
Planteó que se debe garantizar que, desde la Constitución, por cada cinco días de trabajo se descanse preferentemente los sábados y domingos; además de las consecuentes reformas a la Ley Federal del Trabajo que tendrían que realizarse.
“Con esto daremos cumplimiento a la normativa nacional e internacional, se cumplirá con la estrategia del Plan Nacional de Desarrollo para avanzar hacia una legislación laboral de vanguardia que flexibilice y mejore las condiciones de trabajo para todas las personas”, refirió.
Mientras que, Edmundo García Santos, secretario general de la Confederación de Agrupaciones Sindicales de México (Conasim), señaló que la propuesta para reducir las horas de trabajo no es una cuestión de tiempo, sino que es una apuesta por la calidad de vida, la salud de los trabajadores y el futuro de desarrollo económico del país.
“Hoy levantamos la voz para proponer un gran acuerdo nacional, reducir de forma gradual y consensuada la jornada laboral de 48 a 40 horas, también con el beneficio lógicamente de los dos días de descansos obligatorios por cada cinco días laborados sin afectar los salarios. Reducir la jornada laboral no significa trabajar menos, sino trabajar mejor”, aseveró.
A su vez, Ismael Flores Cantú, secretario general adjunto de Confederación de Trabajadores de México (CTM), comentó que es importante que se expongan las diferentes necesidades y riesgos que pueden enfrentar las industrias, para conocer cómo llevar a cabo una reducción laboral de forma adecuada.
“La reforma de hoy, es para que los trabajadores pasen más tiempo con su familia, lo cual para nosotros es de suma importancia. Esto que se está haciendo hoy, es que debemos ir a la semana de 40 horas, falta afinar el cómo llegar, si se trabaja que no se grave con impuestos”, resaltó.
Organismos internacionales ven positivo el diálogo
David Kaplan, especialista líder en Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ejemplificó que uno de los grandes cambios que ha tenido México en materia laboral fue la reforma en subcontratación, donde existió diálogo entre autoridades y áreas productivas para llegar a un acuerdo conjunto.
Además, agregó que ese tipo de reformas como ahora la reducción de la jornada laboral, requiere mucho diálogo y acuerdos entre los representantes públicos, privados y los trabajadores, ya que se debe buscar mejorar la productividad y el bienestar de los colaboradores.
“México tiene buenos ejemplos, en que podemos romper esa visión de juego de suma cero, y a través de este diálogo, buscar una solución que mejore las condiciones laborales de las personas trabajadoras y al mismo tiempo mejorar la productividad del país que también es una tarea de mucha importancia”, refirió.
En tanto, Truman Pakard, economista y coordinador en México y Colombia de las áreas de desarrollo humano para el Banco Mundial (BM), indicó que la agenda de política pública existe un compromiso en la reducción de horas para evitar riesgos en la implementación.
“Los costos de capacitación adicional pueden arriesgar sobre todo a las pequeñas empresas, y hay el riesgo de que quede el capital ocioso y por ende no aprovechar todas las posibilidades de crecimiento que podrían existir”, apuntó.