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¿La inteligencia artificial nos quitará el empleo?
La IA se ha convertido en una pieza fundamental en la transformación digital, similar a lo que significó el Internet en su momento, lo que tiene un impacto directo en el empleo, pero no para eliminarlo, sino para transformarlo.
Las revoluciones industriales del pasado siempre han venido acompañadas de una mezcla de oportunidades y retos. La llegada de la inteligencia artificial (IA) no es la excepción. Si bien el miedo a la sustitución de empleos es comprensible, es importante abordar esta pregunta con perspectiva y reconocer que más que una amenaza, es una herramienta poderosa que está redefiniendo nuestra forma de trabajar y vivir.
Desde una perspectiva corporativa, la IA se ha convertido en una pieza fundamental en la transformación digital, similar a lo que significó el Internet en su momento. Su mayor fortaleza radica en la capacidad de hacer más eficientes procesos que antes consumían tiempo y recursos. Las empresas están adoptando estas herramientas para ofrecer servicios más personalizados, accesibles y efectivos, lo cual agrega valor al cliente y abre la puerta a nuevas oportunidades laborales.
En este sentido, la inteligencia artificial no elimina el empleo, pero sí lo va a transformar.
La clave para navegar este cambio está en entender que ésta no puede sustituir lo que nos hace humanos: la empatía y la capacidad de construir relaciones significativas. Aunque un chatbot puede brindar asistencia inmediata, no se iguala la calidez y conexión de una persona al momento de explicar, resolver una queja o vender una solución compleja.
Las habilidades blandas como el pensamiento crítico, la adaptabilidad y la colaboración interdisciplinaria son hoy más valiosas que nunca. La tecnología sirve para complementarnos y quienes sepan integrarla en su día a día laboral estarán mejor posicionados para liderar el cambio.
Y por supuesto que las organizaciones juegan un papel crucial en esta transición. Son las responsables de fomentar una cultura de aprendizaje continuo, en la que sus colaboradores adopten herramientas de inteligencia artificial y las utilicen para agregar valor a su conocimiento.
Las dudas que vienen con los cambios son, para recordar en este contexto, lo que nos hace humanos. Una encuesta global a 56,000 trabajadores muestra que el 72% de ellos siente entusiasmo ante las oportunidades de crecer en su puesto, mientras que el 47% muestra preocupación por su trabajo. Y es importante enfatizar que en este proceso no se está solo, nuestra responsabilidad también es crear dinámicas para aclarar dudas, generar oportunidades de crecimiento y enseñanza.
Para quienes temen perder su empleo a causa de la IA, mi recomendación es verla como una aliada, no como una adversaria. Adoptar una mentalidad de aprendizaje constante y aprovechar las oportunidades que ofrece esta tecnología es esencial para mantenerse competitivo. Al conocerla, dominarla y colaborar con ella, los profesionales podemos incluso posicionarnos como expertos en un entorno laboral que exige adaptabilidad y especialización.
Es momento de redefinir el concepto de trabajo. No se trata sólo de cumplir tareas, sino de hacerlo con inteligencia, eficiencia y humanidad. Esta tecnología nos está retando a evolucionar y a construir un futuro en el que personas y máquinas trabajemos juntos para crear un mundo más conectado y eficiente.
Lo importante es encontrar el balance ideal entre ambos. Al final, la inteligencia artificial es una herramienta y el talento humano es el que decide cómo utilizarla para transformar el mundo.
*La autora es vicepresidenta Adjunta de HRBP y Talento en AT&T México (@MiriamArroyo)