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Capital Humano

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Derechos de trabajadoras del hogar: Avance en papel, rezago en la práctica

Las trabajadoras del hogar son de los grupos más vulnerables, a pesar de tener garantías en su relación de trabajo, en la práctica no ha mejorado mucho el panorama laboral.

A pesar del reconocimiento pleno de sus derechos laborales, en la práctica las trabajadoras del hogar siguen luchando por garantías mínimas en su trabajo.Ilustración ee: nayelly tenorio.

Clementina llegó a trabajar a una casa a través de una agencia de colocación, le pidieron documentos básicos de identificación y cartas de recomendación, fue una forma de darle seguridad a su empleadora.

Pero para las trabajadoras del hogar no existe ninguna garantía. Después de un día de labores, Clementina volvió a su casa sin un peso porque la señora dijo que no lo había hecho bien.

Todos los días, al menos 2.3 millones de mujeres en trabajo doméstico se enfrentan a arbitrariedades de este tipo, ya ni hablar del acceso a la seguridad social, un derecho rezagado pese a estar previsto en la Ley Federal del Trabajo (LFT).

La lucha sigue, pese a reconocimiento legal de derechos 

A tres años del derecho a la seguridad social para este sector, y en el en el marco del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, la lucha sigue. Aunque en el “papel” ya existen los derechos laborales, en la práctica no ha logrado materializarse, considera Mónica Orozco, directora y cofundadora de GENDERS.

“Más allá del contenido de la ley, uno de los grandes retos que empieza a ser problemático es que la ley está ahí puesta, está en papel, pero no ha llegado a materializarse”, advierte.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, sólo 64,956 personas cuentan con inscripción al régimen obligatorio, apenas representa 3% del universo de trabajadoras del hogar.

El poco reconocimiento de estas trabajadoras no sólo viene del incumplimiento patronal y la baja afiliación al IMSS, también se debe a una falta de acción del gobierno.

Mónica Orozco explica que la modificación a la ley que otorga seguridad social a las trabajadoras del hogar en principio es discriminatoria.

“A diferencia de otras ocupaciones en donde hay una aportación tripartita a la seguridad social, es decir, contribuyen patrones, trabajadores y el gobierno, en el caso de las trabajadoras del hogar se contemplaron sólo las aportaciones de los dos primeros”, explica.

Considera que esta distinción es incongruente con la igualdad de derechos de las trabajadoras del hogar.

Por otra parte, la también investigadora asociada externa del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, dice que dentro de las previsiones de la ley no se contemplan las condiciones en las que trabajan, como la prestación de servicios a diferentes patrones y no de tiempo completo, por lo que muchas no son sujetas cumplir con las reglas para tener seguridad social.

“Esto es muy problemático porque justamente esas trabajadoras son las que más requieren del sistema de protección social del Estado y de que sus derechos sean cuidados y garantizados”, dice.

Derechos aún de papel

La realidad de las trabajadoras es pelear por derechos mínimos como el aguinaldo, pago de vacaciones o simplemente tener vacaciones; algunas veces no se les paga en tiempo y forma o se les despide sin ningún tipo de indemnización, explica Manuel Fuentes Muñiz, abogado especialista en derecho laboral individual y colectivo.

“Cuando van a un tribunal laboral, lo primero que señalan los patrones, como una estrategia casi generalizada, es desconocer la relación de trabajo. Y entonces, esto trae como consecuencia que las trabajadoras tengan la obligación legal de demostrar que lo son”, explica.

Existe una jurisprudencia emitida por el Poder Judicial de la Federación que establece que cuando un patrón niega la relación laboral, es el trabajador quien la tiene que demostrar, “y cuando una trabajadora demanda en 80% de las ocasiones no puede demostrarlo porque no hay contrato”.

Por otra parte, explica que para que se pueda materializar la seguridad social, pues el patrón la tiene que reconocer. “Si el patrón no la reconoce como trabajadora del hogar, pues simplemente no se puede generar la seguridad social”, advierte.

El abogado considera que el sistema debe de cambiar. “A mí me parece que tendrá que establecerse un mecanismo totalmente distinto para lograr que las trabajadoras tengan seguridad social plena, no sólo significa atención médica y hospitalaria, sino también ahorrar para el retiro”.

Manuel Fuentes explica que el Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO), está por presentar una queja ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para el reconocimiento real de los derechos laborales.

“La mayoría de las trabajadoras del hogar realizan trabajos ocasionales, es decir, laboran una vez, dos o tres veces a la semana, el trabajo no es permanente. Esto hace que esté en un estado de vulnerabilidad por la propia legislación en el ámbito de la seguridad social. Esperamos que lo más pronto posible para que se puedan materializar los derechos de las trabajadoras”, dice.

Por otra parte, las integrantes del SINACTRAHO, cuenta Mónica Orozco, tienen un proceso judicial que iniciaron para corregir el tema de las aportaciones que el gobierno realiza con todas las profesiones, menos con ellas.

“El gobierno no está haciendo aportaciones para ellas, se deberían preguntar ¿qué hace que las contribuciones para la seguridad social de las trabajadoras del hogar no sean provistas en la misma igualdad de condiciones que otras profesiones?”, finaliza.

Periodista especializada en temas financieros y económicos; hoy también escribe sobre empleo, carrera, políticas laborales, salud mental en el trabajo, desarrollo profesional, marca personal.

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