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¡Congela y deja de tirar comida! No le tengas miedo al congelador, el frío no mata el sabor
Más que una extensión del refrigerador, el congelador puede ser un aliado. El desperdicio de alimentos le cuesta a cada mexicano más de 3,000 pesos al año.
En el fondo de muchos congeladores domésticos se acumulan misterios: bolsas sin etiquetar, tápers con hielo en exceso, y alimentos que llevan meses esperando ser rescatados. Pero más allá de ese caos silencioso, el congelador tiene un poder que, bien aprovechado, puede transformar la forma en que cocinamos, consumimos y administramos nuestros recursos.
Congelar bien no solo prolonga la vida útil de los alimentos: es una acción consciente y estratégica contra el desperdicio. De acuerdo con el Banco de Alimentos de México y la FAO, en el país se desperdician más de 13 millones de toneladas de alimentos al año, lo que equivale al 34% de la producción nacional. La mayor parte de estas pérdidas ocurre en los hogares.
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En este contexto, el congelador se convierte en una herramienta clave para evitar que esos alimentos terminen en la basura. Pero, como toda herramienta poderosa, necesita técnica, orden y criterio.
¿Qué alimentos se pueden congelar?
Una parte fundamental del aprovechamiento es saber qué sí y qué no va al congelador. No se trata de meterlo todo por impulso: algunos alimentos pierden textura, otros sabor, y hay casos donde puede haber riesgos sanitarios.
Alimentos congelados
Se pueden congelar sin problema:
- Carnes crudas o cocidas (res, cerdo, pollo, pescado)
- Sopas, caldos, guisos y salsas espesas
- Pan, tortillas, masa de maíz o harina
- Frutas cortadas (plátano, mango, fresa, piña, papaya)
- Verduras blanqueadas (zanahoria, chícharo, brócoli, ejote)
- Frijoles cocidos, lentejas, garbanzos
- Quesos duros rallados
No se recomienda congelar:
- Lechuga, espinaca y hojas verdes crudas
- Papas cocidas (se deshacen al descongelar)
- Yogurt, crema y mayonesa (se cortan)
- Huevos con cáscara
- Salsas muy líquidas o con huevo crudo
¿Cómo congelar correctamente?
La clave no está solo en congelar, sino en cómo se congela. Aquí algunos principios básicos:
Enfría antes de guardar. No metas comida caliente al congelador, altera la temperatura interna y afecta a otros alimentos.
Usa recipientes herméticos o bolsas especiales para congelar. El contacto con el aire provoca quemaduras por frío (esos cristales blancos que cambian la textura).
Etiqueta siempre. Nombre del contenido + fecha. Te ahorra adivinanzas y ayuda a rotar alimentos.
Porciona. Congela en tamaños útiles para tu día a día. Evita descongelar una olla entera de sopa si solo necesitas una taza.
Organiza. Agrupa por tipo: guisos con guisos, pan con pan, carnes con carnes. Así es más fácil ver qué tienes y usarlo antes de que se quede al fondo.
Congelados
¿Cuánto tiempo dura cada alimento congelado?
Aunque congelar ralentiza la descomposición, nada dura para siempre. Estas son las recomendaciones generales, con base en la guía del USDA:
- Carnes crudas: 4 a 12 meses
- Carnes cocidas: 2 a 3 meses
- Frutas: hasta 12 meses
- Verduras: 8 a 10 meses
- Pan y tortillas: 2 meses
- Frijoles cocidos: 3 a 6 meses
- Caldos y sopas: 2 a 3 meses
- Quesos duros: hasta 6 meses
¿Cómo descongelar sin comprometer la seguridad?
Descongelar bien es tan importante como congelar bien. Hacerlo mal puede representar un riesgo sanitario real. Formas seguras de descongelar:
En el refrigerador: lento, pero seguro. Ideal para carnes y guisos.
En el microondas (modo descongelar): usar solo si se va a consumir de inmediato.
En agua fría: sumergiendo el alimento (en bolsa hermética) y cambiando el agua cada 30 minutos.
Directo al fuego: algunas sopas, guisos y tortillas pueden ir del congelador al sartén u olla sin pasar por descongelación previa.
Nunca descongeles a temperatura ambiente alimentos de origen animal. El rango entre 5 °C y 60 °C permite el crecimiento acelerado de bacterias.
Congelar bien es planear mejor. Es tener una comida lista en días de prisa. Es darle una segunda vida al pan que iba a endurecerse o a ese racimo de plátanos que ya nadie quiso. Es una forma de cuidar los recursos, de gastar con inteligencia y de cocinar con respeto.
Además, el uso eficiente del congelador puede impactar directamente en la economía del hogar. Según la FAO, el desperdicio de alimentos le cuesta a cada mexicano, en promedio, más de 3,000 pesos al año, sin contar el impacto ambiental.
