Lectura 5:00 min
El bullying se practica en los salones de clase y frente a los profesores
El 28.6% de los estudiantes ha sufrido agresiones por su apariencia física; el 60.9% de los casos ocurren dentro del aula, revela el Primer Censo sobre Bullying por Apariencia Física realizado por Fundación en Movimiento.

acoso-escolar-valencia
Fundación en Movimiento, A.C. presentó este martes los resultados del primer Censo sobre Bullying por Apariencia Física. Se trata de una iniciativa que recogió las voces de más de 45 mil estudiantes de 298 planteles de secundaria y bachillerato en ocho entidades del país. Los hallazgos muestran que el acoso por características físicas es una forma constante y profunda de violencia escolar, frente a la cual el acompañamiento institucional sigue siendo escaso.
Reyna Monjaraz Gutiérrez, directora general de la Fundación explica que una de las formas más evidentes en que se da el bullying es a través de la exclusión. "Y es que lamentablemente en entornos escolares y a estas edades, la apariencia física sí importa, porque aún se están formando y siguen estereotipos para pertenecer a un grupo de iguales. Al definir la propia identidad, cuando un grupo de niños no tiene tal o cual característica, incluidas marcas de ropa, el lugar dónde vives, tu estatura, tu peso, pareciera que hay una desensibilización ante el dolor ajeno, y si no tienes estas características no formas parte de este grupo".
Asegura que estas son señales de alerta, por eso el estudio pone énfasis en el bullying por apariencia física, porque principalmente se inicia por la vista, "una vez que te analicé, veo si me caes bien o si te voy a aceptar o no".
Abundancia de casos y escaso apoyo escolar
Los resultados más relevantes de la encuesta son los siguientes: 28.6% de los estudiantes ha sufrido bullying por su apariencia física; el 60.9% de los casos ocurren dentro del aula; 21.6% ha dejado de asistir a clases por este motivo; y sólo 15.6% recibió apoyo de parte de la escuela.
Además, las respuestas abiertas revelan un espectro de violencia normalizada. Los estudiantes compartieron las agresiones que sufren por su peso (“me dicen gorda”), color de piel (“me dicen negra”), forma de vestir (“me critican por no tener ropa de marca”), corte de cabello y orientación sexual (“pinche bisexual de mierda”).
La especialista hace hincapié en este casi 61% del bullying que se da dentro de las escuelas. "Está en los salones de clase, esto quiere decir que se está ejerciendo la violencia frente a los adultos (profesores o personal escolar) y eso nos habla de que se ha perdido de forma estructural el respeto a los mayores". Hasta hace pocos años las agresiones sucedían en espacios donde no hubiera vigilancia o fuera difícil que los pudieran ver, como pasillos, baños o lugares aledaños a la escuela, pero donde no pudiera haber adultos. Hoy, la mayor cantidad del acoso escolar se gesta en las aulas.
Desde el punto de vista de Monjaraz Gutiérrez, "tenemos una crisis de violencia en espacios que se consideraban seguros, ya no sólo en las calles, por ello no podemos poner el foco únicamente cuando suceden casos lamentables y al poco tiempo lo volvemos a olvidar; este problema social está cobrando la vida de niños, niñas y adolescentes, está provocando miedo y no podemos permitir que esto siga así".
¿Dónde buscar soluciones?
Para la directora de la Fundación, aunque se están haciendo cosas, no han sido suficientes, por ello "lo que queremos es seguir levantando la voz y pedir que se pueda generar capacitación estratégica, de modo que docentes puedan contar con herramientas para poder identificar, prevenir, intervenir y poder tener procesos de restauración de daño cuando todavía es posible".
Para ello presentaron el método FEM de certificación, se trata de una estrategia para combatir el acoso escolar alineado a los estatutos emitidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 2025, ésta prioriza la promoción de la cultura de paz y la educación inclusiva en las escuelas. Sus componentes clave son: Capacitación docente para identificar y actuar ante señales de acoso escolar, talleres socioemocionales para estudiantes y familias que fortalecen la autoestima y el autocuidado, estrategias de acompañamiento institucional que construyen una cultura de paz, y círculos de paz: espacios estructurados de diálogo donde estudiantes, docentes y familias participan activamente en la construcción de acuerdos, la expresión de emociones y la promoción del respeto mutuo.
Monjaraz Gutiérrez hizo hincapié en que los padres de familia son clave, "recordemos que en el hogar es donde los niños, niñas y adolescentes reciben la primera educación y los estilos de crianza, y cuando un hijo e hija tiene cubiertas sus necesidades afectivas desde el hogar, es decir, que es atendido, escuchado, que se siente amado y tomado en cuenta, no tiene la necesidad de salir al mundo y ser agresivo o violento.
Afirmó que los padres de familia juegan un papel importante porque ellos, al igual que la propia escuela, requieren de una alianza infalible, fuerte, donde los estudiantes sepan que no va a ser tolerado un maltrato o una agresión de unos a otros".
Agrega que necesitamos padres y maestros presentes, pues "cuando los niños saben que cuentan con contención y apoyo de parte de los adultos a cargo, en ese momento ellos sentirán que no es tan fácil generar violencia, en cambio cuando no se sienten tomados en cuenta es más fácil que generen actos de violencia".
El bullying en cifras
- 60.9 % de los casos ocurren dentro del aula.
- 28.6 % de los estudiantes han sufrido bullying por su apariencia física.
- 21.6 % ha dejado de asistir a clases por este motivo.
- Sólo 15.6 % recibió apoyo de parte de la escuela.