Xul Solar: luz del sol

Xul Solar es uno de los personajes más interesantes del arte latinoamericano. Nacido en Argentina en 1887, Solar (su nombre real, el de nacimiento olvidado por la historia, era Óscar Agustín Alejandro Schulz Solari) era un ser múltiple: ajedrecista, tarotista, pintor de paisajes imposibles, investigador de lo improbable, inventor de lenguas. Un artista total antes de que eso se estilara en la vanguardia.

Xul Solar: Panactivista llega al Museo Carrillo Gil como una pequeña ventana al mundo del artista, una ventana que deja pasar la luz del sol sobre el trabajo de este artista-casi-alquimista que dibujó el mundo como no podría ser.

La exposición incluye dibujos, pinturas y objetos, así como documentos que demuestran el interés del artista en volverse un creador total. Lo curioso es que él decía que no lo hacía por ego, por ese sentirse un Prometeo entre los hombres, sino para hacer más fácil el entendimiento entre las personas. Resolver la torre de Babel: si todos tenemos la misma lengua, más fácil ascender juntos al cielo.

Hace unos diez años me encontré por primera vez con la obra de Solar en una amplia exposición en el Museo Tamayo. La versión que ahora nos presenta el Carrillo Gil no desmerece si se le compara con aquella, uno diría que es más rica porque incluye no solo las acuarelas de Solar, también sus manifiestos y textos de su puño y letra de este hombre complicado que quería descomplicar las cosas.

El panajedrez es mi pieza favorita. Alguien que se atreve a cuestionar y rehacer las reglas milenarias del ajedrez es alguien que merece mi atención. No solo es una obra hermosa, prácticamente escultórica, también es un objeto hecho para jugar con él (ni lo intenten, no les dejarán tocarlo).

Xul Solar aparece en un cuento de Jorge Luis Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius . Borges y Solar compartieron una amistad de décadas, ambos creadores ambiciosísimos que compartían el amor por lo complejo.

La astrología es un tema recurrente en la obra de Solar. Le interesaban los signos bajo los que había nacido la gente y sostenía que ahí estaba el destino. Oteaba el horizonte en busca de respuestas a preguntas difíciles. Las respondía con sus dibujos y pinturas, que parecen sacadas del Manuscrito de Voynich, el famoso libro intraducible que se cree data de la Edad Media.

Se podría decir que Xul Solar es el Escher latinoamericano por su amor por los caminos que no conducían a ningún lugar y su imaginería visual llena de símbolos. A esta reseñista más bien le parece que Solar tuvo una sobredosis de tarot en su juventud y nunca la pudo superar. Su obra es psicoanalítica, jungiana, un asomo a una mente que lo quería todo al mismo tiempo y ya, en este instante.

Xul Solar: Panactivista es una de las exposiciones más disfrutables que hay entre todas las que hay en este momento en la Ciudad de México. Y miren que hay buenas exposiciones, pero Solar merece que no lo dejen sin visitar.

Museo Carrillo Gil

• Av. Revolución 1608, Guadalupe Inn
• Martes a domingo, de 10 am a 6 pm
• Entrada: $45

concepcion.moreno@eleconomista.mx