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La temible, por inútil, ouija del diablo
Carlos Galindo escribió La ouija del diablo, un libro que intenta contribuir a la construcción de la anhelada sociedad del conocimiento.
Para ejemplificar cómo la ignorancia y el desdén hacia la ciencia llevan a los tomadores de decisiones en el país a cometer errores y a poner en riesgo a los ciudadanos del país, Carlos Galindo escribió La ouija del diablo, un libro que intenta contribuir a la construcción de la anhelada sociedad del conocimiento.
Partiendo de la idea de que todos los mexicanos deben conocer la historia de los GT-200 (detectores moleculares que supuestamente localizaba lo mismo explosivos que armas y droga) y exigir que el uso de éstos se prohíba en el país, Galindo presentó una crónica del fraude millonario que se legitimó en nombre de la guerra contra en narcotráfico.
Está científicamente comprobado que este aparato no sirve, pero, pese a que antes de que México comprara estos aparatos ya se sabía del fraude en el mundo, en el país no se hizo caso y hasta la fecha son 27 los gobiernos estatales los que lo siguen usando.
Aunque desde el año 2009 comenzaron los esfuerzos por denunciar este fraude, en el sexenio de Felipe Calderón se compraron 1,112 GT-200 con un costo aproximado de 450 millones de pesos. Por eso digo que hace falta cultura científica , dijo el autor Carlos Galindo.
LOS PELIGROS DE LA?OUIJA DEL DIABLO
Galindo explica que el aparato entraña múltiples peligros porque es confiar en un tubo de plástico hueco .
Así, si algún militar o policía revisa un coche o un lugar donde haya un artefacto explosivo con el GT-200, y éste reporta que es negativo, la vida de muchas personas se pone en peligro.
O cualquier ciudadano que atraviese un retén militar donde se emplee este equipo para detectar drogas ilegales puede ser una víctima.
El aparato, como no sirve, puede arrojar un falso positivo, es decir, indicar que cualquier ciudadano transporta drogas cuando en realidad es inocente.
El GT-200, o ouija del diablo, se usa en labores de rescate, para buscar sobrevivientes de desastres y, como no sirve para detectar explosivos, ni armas, ni drogas, ni personas, las consecuencias cualquiera las puede imaginar.
En agosto de este año, el empresario Gary Bolton, dueño de la empresa Global Technical LTD, creador del GT-200, fue condenado a siete años de prisión en Inglaterra por manufacturar y vender este equipo a gobiernos de todo el mundo.
La ouija del diablo
- Autor: Carlos Galindo.
- Editorial: Ediciones B.
- Páginas: 169.
- Precio: $190.
elizabeth.ruiz@eleconomista.mx
