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Arte e Ideas

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Desde el fuego hasta Freud

El libro "Ideas. Historia intelectual de la Humanidad" llega a México en una reedición de la editorial española Crítica. Peter Watson empieza, en su Introducción, con sir Isaac Newton, el hombre que si bien no fue el primer científico, sí fue el que sentó los sólidos cimientos de la ciencia contemporánea.

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En su magnífico libro Los sonámbulos, Arthur Koestler se queja de que en el índice de la versión resumida (de más de 600 páginas) del libro A study of History de Arnold Toyn­bee ni siquiera aparecen los nombres de Copérnico, Galileo, Descartes ni Newton...

Como para empezar con el pie derecho su monumental libro Ideas. Historia intelectual de la Humanidad (que originalmente tiene el mucho más atractivo título Ideas. A History from Fire to Freud y que llega a México en una reedición de la editorial española Crítica), Peter Watson empieza, en su Introducción, con sir Isaac Newton, el hombre que si bien no fue el primer científico, sí fue el que sentó los sólidos cimientos de la ciencia contemporánea.

Watson cuenta la historia de unos manuscritos de Newton que tras haber sido considerados por la Universidad de Cambridge como unos papeles sin valor científico fueron rescatados por el economista John Maynard Keynes.

Y los documentos efectivamente no eran científicos, sino que revelaban las otras pasiones de Newton, a las cuales se dedicó con tanto o más ahínco que a la física: la alquimia y la metafísica mística (se dedicaba, por ejemplo, a tratar de averiguar la forma exacta del templo de Salomón).

Keynes, con base en los textos dijo: Newton no fue el primer hombre de la Edad de la Razón, fue el último de los magos y Watson lo toma como ejemplo en su libro para advertirnos que las ideas no tienen una historia lineal, sino que se trata de una enredada madeja.

En las páginas siguientes, Watson no trata de desenredar la madeja, sino de mostrarnos la complejidad de sus nudos y enredos. Por ejemplo, en el prólogo nos cuenta sobre el origen y la aceptación de la idea de la evolución para así explicarnos cómo fue aceptada la idea de que los utensilios de piedra prehistóricos eran hechos por el hombre en épocas muy anteriores a los bíblicos Adán y Eva.

Y de ahí pasamos a una breve explicación de la que, a juicio de los paleontólogos, fue la primera idea abstracta (la primera cuya existencia es demostrable), que se dio hace 700,000 años, cuando en la cabeza del hombre primitivo se forjó la imagen del hacha de mano.

Queda claro que este libro no nos cuenta la historia con batallas, generales y gobernantes, aunque sí incluye relatos muy entretenidos de las personas a las que se les ocurrieron las ideas.

LAS IDEAS IDEALES

Para el libro, el concepto de qué es una idea es lo más amplio posible. De esta forma, el lenguaje y la escritura, que tanto nos sirven para comunicar ideas, son también ideas, aunque nos han acompañado durante tanto tiempo que en la actualidad tendemos a no considerarlas inventos , dice Watson.

Así, se incluyen en el libro las ideas abstractas o invenciones que, a juicio de Watson, fueron importantes o determinantes. Además de las grandes ideas que cambiaron al mundo, Watson incluye también algunas menos trascendentes pero muy interesantes, como ¿quién dividió la historia en antes y después de Cristo? O ¿de dónde vienen los símbolos + y – en las matemáticas?

¿Y AMÉRICA?

Otras de las críticas que Watson se apresura a anticipar es la de considerar que la historia de las ideas no es sino la historia de las ideas europeas y considera otras regiones del mundo.

Sin embargo, en el caso de América no puede sino quedarse corto, aunque no por falta de voluntad. Lo que hace Watson es citar el magnífico libro de Jared Diamond Guns, Germs & Steel (en general, no pone sus propias ideas, sino las de expertos en cada región y época), que explica cómo fue que un puñado de europeos destruyeron civilizaciones enteras, cuyas ideas, en su inmensa mayoría, desaparecieron .

Y es que sólo cuando se dimensiona la magnitud de la mortandad ocasionada sobre todo por los gérmenes, y no tanto por las pistolas y el acero, se da uno cuenta de por qué América sólo dejó palabras como chocolate, jitomate o cacahuate.

Lo que sí hace es ofrecer un panorama sobre lo que significó encontrarse con un nuevo mundo.

Toda proporción guardada con aquella epóca de maravillas, este libro, todo un descubrimiento, también nos permite entrar a otro mundo .

Ideas. Historia Intelectual de la Humanidad

Autor: Peter Watson

Editorial: Crítica

Páginas: 1,420

Costo: $730 en rústica; $1,100 empastado.

mlino@eleconommista.com.mx

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