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4 de marzo Día Mundial de la Obesidad: IMC limitado para diagnosticar obesidad, estudio
El análisis sugiere que el IMC no es una medida confiable de la salud individual, ya que no refleja la distribución de la grasa corporal ni su impacto en los órganos.

En el marco del Día Mundial de la Obesidad (4 de marzo), un estudio publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology por una comisión global de expertos propone una revisión significativa en el diagnóstico de la obesidad, señalando que el Índice de Masa Corporal (IMC) es una herramienta limitada y poco precisa para determinar cuándo la obesidad se convierte en una enfermedad.
La comisión, respaldada por más de 75 organizaciones médicas a nivel mundial, sugiere que el IMC no es una medida confiable de la salud individual, ya que no refleja la distribución de la grasa corporal ni su impacto en los órganos.
“Considerar la obesidad solo como un factor de riesgo, y nunca como una enfermedad, puede negar injustamente el acceso a una atención urgente a personas que padecen problemas de salud debido únicamente a la obesidad. Por otro lado, una definición general de la obesidad como enfermedad puede dar lugar a un sobrediagnóstico y un uso injustificado de medicamentos y procedimientos quirúrgicos, con posibles daños para el individuo y costos asombrosos para la sociedad", explicó el profesor Francesco Rubino, presidente de la comisión y académico del King's College de Londres.
Propuesta de nuevas categorias
El estudio propone dos nuevas categorías para el diagnóstico de la obesidad:
Obesidad clínica: Un estado en el que el exceso de grasa corporal causa disfunción orgánica continua, como problemas cardíacos, respiratorios o articulares.
Obesidad preclínica: Una condición en la que, aunque no hay enfermedad presente, existe un riesgo elevado de desarrollar complicaciones de salud en el futuro.
“Este enfoque matizado de la obesidad permitirá aplicar estrategias personalizadas y basadas en la evidencia para la prevención, el control y el tratamiento de adultos y niños obesos, lo que les permitirá recibir una atención más adecuada y proporcional a sus necesidades. Esto también ahorrará recursos sanitarios al reducir la tasa de sobrediagnóstico y tratamiento innecesario”, afirmó la profesora Louise Baur, de la Universidad de Sídney (Australia), comisionada.
Críticas al enfoque actual
Los expertos señalaron que el uso exclusivo del IMC ha llevado a diagnósticos erróneos, lo que puede resultar en tratamientos inadecuados o en la falta de atención para quienes realmente la necesitan. "El IMC no distingue entre grasa subcutánea y grasa visceral, que es más peligrosa. Esto puede dejar a muchas personas sin el tratamiento adecuado", afirmó el profesor Robert Eckel, de la Universidad de Colorado.
La comisión recomienda combinar el IMC con otras medidas, como:
- Circunferencia de la cintura.
- Relación cintura-altura.
- Mediciones directas de grasa corporal (por ejemplo, mediante densitometría ósea).
Además, se propone que las personas con obesidad clínica reciban tratamientos basados en evidencia, como cambios en el estilo de vida, medicación o cirugía, según sea necesario. Para quienes tienen obesidad preclínica, el enfoque debe ser la reducción del riesgo mediante asesoramiento y seguimiento médico.
Impacto global
Con más de mil millones de personas viviendo con obesidad en el mundo, esta propuesta busca estandarizar el diagnóstico y garantizar que los sistemas de salud brinden atención adecuada y libre de estigmas. "Este enfoque no solo mejorará la atención médica, sino que también reducirá el estigma asociado con la obesidad", señaló Joe Nadglowski, de la Obesity Action Coalition.
En México, donde la obesidad es un problema de salud pública que afecta a más del 70% de la población adulta, este replanteamiento podría transformar la forma en que se aborda esta condición, promoviendo un enfoque más integral y menos estigmatizante.