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La importancia de tener un plan financiero
Una de las grandes lecciones que me ha enseñado la vida es esta: nunca vas a lograr lo que quieres si no tienes un plan. Pero además, aunque lo tengas, quizá en el camino te des cuenta de que, lo que realmente quieres, es distinto de lo que pensabas. Entonces ajustas tu plan. También habrá tropiezos y desviaciones: la vida te lanzará curvas. Si eso pasa, lo adaptas. Pero siempre hay que tener un plan.
Si no lo tienes, conseguir lo que quieres será prácticamente imposible. Si lo logras, será por azar o accidente, pero además tendrás un gran riesgo de perderlo después de haberlo conseguido, si no tienes un plan para conservarlo.
Ahora bien, para poder hacer este plan, primero tienes que saber cuál es tu objetivo, qué es lo que quieres lograr. Eso significa también saber quién eres, cuáles son tus principios y valores, cuál es tu misión y cuál es la visión que tienes de tu yo futuro. Esa claridad es lo que distingue a los líderes, a las personas que son verdaderamente exitosas, felices y satisfechas, de todos los demás.
Tristemente, la mayoría de la gente no tiene esto claro. ¿Cuál es la vida que quieres tener? ¿Qué es lo que le da riqueza a tu vida? Cuando hago este tipo de preguntas, suelo recibir respuestas ya sea filosóficas (complicadas, poco concretas y aterrizadas) o bien muy reduccionistas (por ejemplo: yo sólo quiero ser rico y tener yates).
El dinero, como lo hemos discutido muchas veces en este espacio, es una herramienta. Sí es importante, incluso indispensable para lograr nuestros objetivos. Pero no es un fin en sí mismo: si lo vas a acumular, es para hacer algo con ese dinero. Ese “algo” es tu verdadero objetivo. Si quieres llegar ahí, tienes que tener un plan.
Así, tu plan financiero es una parte muy importante de tu plan de vida.
¿Qué es un plan financiero?
Un plan es un conjunto de pasos para alcanzar una serie de objetivos. Es como trazar un mapa que te dice cómo llegar hasta tu destino. Parece muy sencillo pero no lo es tanto, porque en la vida hay muchísimas rutas posibles, unas más peligrosas que otras.
Para hacerlo, tienes que tener claro primero cuál es tu punto de partida y como ya mencionamos, a dónde quieres llegar. ¿Qué quieres conseguir? Un buen plan financiero además tiene que tomar en cuenta qué pasaría si te encuentras con una tormenta en el camino, incluso si ésta llega a causar daños. Siempre hay adversidades y la mejor forma de enfrentarlas es estar preparado.
La ruta debe contener distintas paradas: no es posible caminar en un día y de una sola vez desde México hasta la Patagonia. Necesitarás parar para comer, dormir y recargar energías. Cada una de esas paradas es un objetivo –cada vez que consigues uno te estás acercando más a tu destino.
De hecho, uno de los grandes secretos para conseguir cosas importantes es precisamente ese: partir un objetivo grande en muchos pequeños. Son más fáciles de alcanzar, pero también te motivan y te ayudan a mantenerte en la dirección correcta.
La realidad es que si no haces un plan financiero, si no tienes claras las cosas que más te importan en la vida y hacia dónde quieres ir, estarás navegando sin rumbo ni dirección. Irás hacia donde te lleve la corriente.
¿Sabes qué es lo más triste? Que mucha gente viaja así por esta vida, como un barco a la deriva. Si ha sido tu caso, aún estás a tiempo de tomar el timón.