Buscar
Geopolítica

Lectura 2:00 min

“No se puede obligar a amar”

Rusia sacó el pecho el viernes después que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló súbitamente su encuentro con el mandatario Vladimir Putin.

Buenos Aires. Rusia sacó el pecho el viernes después que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló súbitamente su encuentro con el mandatario Vladimir Putin. Es a causa de las políticas internas estadounidenses y “paranoia anti-Rusia”, dijeron los funcionarios rusos, restándole importancia al asunto.

Pero el desaire de Trump fue un claro golpe a Putin justo a su llegada a la cumbre del G20, en donde líderes de Occidente criticaron las acciones de Rusia en Ucrania. Así que Putin buscó atención en otro lado.

En el intervalo que tenía reservado para Trump se reunió con el presidente de Turquía, y además buscó fortalecer sus lazos con China y otras economías. Y el viernes sostuvo pláticas en una mesa redonda con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, otro paria de la cumbre debido a su presunta participación en el asesinato de un periodista saudí.

Putin y Trump “se saludaron” según el vocero del mandatario ruso, pero no se estrecharon las manos ni tuvieron algún otro tipo de intercambio.

Putin no ha hablado públicamente sobre el rechazo de Trump, pero dejó entrever las potenciales consecuencias de que los líderes de las dos principales potencias nucleares del mundo no puedan hablarse entre ellos: Putin dijo en Buenos Aires que las intenciones de EU de retirarse de un pacto nuclear que data de la Guerra Fría “crea el riesgo de una incómoda carrera armamentista”.

El canciller Lavrov dijo sobre la cancelación de la reunión: “No se puede obligar a amar”.

Últimas noticias

Noticias Recomendadas