Buscar
Finanzas Personales

Lectura 3:00 min

¿Cuándo pedir una segunda tarjeta?

Importante, tener en claro para qué la utilizaremos y nuestra capacidad de endeudamiento.

La aproximación a esa pregunta es debido a la necesidad de identificar el momento y condiciones oportunas para tramitar una tarjeta de crédito.

Existen dos puntos principales a considerar. El primero es analizar para qué se utilizará la tarjeta; su uso puede ir desde la adquisición de un bien o servicio, pagar algún imprevisto o para aligerar la carga a nuestro ingreso en aquellas ocasiones del año en donde los gastos suelen aumentar. Esto permite aprovechar la revolvencia del crédito para afrontar gastos inmediatos y repagarlos posteriormente, liberando la disponibilidad de la tarjeta.

El segundo punto es identificar la capacidad de endeudamiento que tenemos, esto para tener la seguridad de que podemos pagar la tarjeta sin desequilibrar nuestras finanzas. Para calcularlo, hay que buscar que la suma de los pagos de todos los créditos no exceda 30% del ingreso que tenemos disponible después de impuestos.

Una buena práctica consiste en calcular ese 30% asumiendo un pago superior al mínimo requerido por las tarjetas de crédito (de preferencia el doble o en el mejor de los casos la totalidad de adeudos del mes), buscando liquidar esas deudas en tiempos razonables.

Habiendo revisado estos dos factores, es posible considerar la conveniencia de adquirir una, dos o inclusive más tarjetas de crédito. Para este caso, la decisión es personal y dependerá de los deseos y circunstancias de cada quien, que permitirán sopesar pros y contras. Por ejemplo, una segunda tarjeta puede servir como respaldo en caso de pérdida o extravío de otra. Para ello, será importante revisar que la tarjeta de respaldo no cobre anualidades o algún otro tipo de comisión por no usarla regularmente.

Distintas tarjetas cuentan con diferentes programas de lealtad; quizás los beneficios que nos interesan y pudieran servir están en diferentes tarjetas y contar con ellas nos permitiría disfrutar de más beneficios.

Una segunda tarjeta también podría servir para mejorar nuestra calificación crediticia. A partir de esta calificación, las instituciones deciden si es conveniente prestar dinero y las condiciones bajo las cuales lo harían. Dicha calificación considera varios factores como la puntualidad en el pago, el monto de los pagos realizados, el tiempo que se lleva generando historial y el nivel de endeudamiento, entre otros. Para evaluar el nivel de endeudamiento en las tarjetas de crédito se revisa la cantidad de crédito usado o dispuesto con relación al límite, por lo que una línea cuya disposición es superior a 50% de la línea resta puntos, comparada con otra cuya disposición es inferior. Contar con más de una tarjeta de crédito puede permitir disponer de la misma cantidad de crédito sin que rebase 50% de la disposición, pues se distribuye entre varias tarjetas. Sin embargo, esta práctica sólo es recomendable si en verdad se le dará uso a dichas tarjetas y su pago es factible.

Contar con más de una tarjeta requerirá mayor disciplina para los pagos, aprovechar al máximo los días de financiamiento de las tarjetas con base en la fecha de corte y garantizar los recursos suficientes para pagarlas.

El autor es director de Contenidos y Comunicación de Educación Financiera BBVA Bancomer. Si quieres conocer más, te invitamos a tomar los talleres de Educación Financiera BBVA Bancomer llamando al (01800) 388-8761 o en educacionfinancierabancomer.com. No es necesario ser cliente de BBVA Bancomer para cursarlos.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Noticias Recomendadas