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Equipales, de Zacoalco para el mundo
Más de 300 familias de este municipio del Sur de Jalisco, viven de la fabricación del “icpalli” (asiento para dioses), que actualmente se exporta, además de Estados Unidos, a Europa, Asia y los Emiratos Árabes.
Foto EE: Patricia Romo
Zacoalco de Torres, Jal. Pese a que no han obtenido la protección legal de una Indicación Geográfica (IG) o Denominación de Origen (DO) en México, la técnica ancestral que utilizan los artesanos para la elaboración de los equipales en el municipio jalisciense de Zacoalco de Torres, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde el año 2018.
“Y la característica que Zacoalco le aportó a los equipales fue la forma de herradura, esa forma tradicional con la que se conoce a los equipales, así como la introducción de la piel”, comentó a El Economista, el director de Turismo del municipio, Bernardo Gómez Ocampo.
Más de 300 familias zacoalquenses viven de esta cadena productiva, ya sea extrayendo el ixtle (fibra vegetal) del mezcal, o elaborando alguna de las partes del equipal como el armazón o el aforrado, mientras que pocas empresas son consideradas “portadores de la manifestación del equipal”; es decir, las que conocen y desarrollan todo el proceso del icpalli (asiento para dioses en lengua náhuatl).
Y lo más importante, que utilizan las herramientas originales ancestrales, la cazanga, el clavo de riel, la piedra; esos equipales sí son artesanales 100%”, subrayó Gómez Ocampo.
De acuerdo con Reyes Sevilla Ascencio, propietario de Equipales Imperial, considerada la empresa más grande de Zacoalco dedicada a fabricar estos muebles artesanales, en la actualidad, hoteles y restaurantes en todo México y en el extranjero, han optado por decorar con este tipo de asientos.
“En temporada alta fabricamos en este taller entre 800 y 1,000 equipales al mes, y en temporada baja hacemos entre 300 y 400 mensuales. Temporada alta es a finales del año debido a que nuestros paisanos, vienen a visitar Jalisco”, añadió.
El asiento de origen prehispánico, es elaborado 100% a mano por 34 artesanos que laboran en este taller zacoalquense quienes conocen a este original mueble como butaca del número 20.
Cada pieza de un equipal tradicional está conformada por 18 pares de estacas y su “columna vertebral” son sus cinco pilares; el asiento está hecho de petate de carrizo, aunque desde hace algunos años, se coloca sobre éste un asiento de hule espuma o cojín.
Reyes Sevilla, quien forma parte de la cuarta generación de fabricantes de equipales en esta familia originaria, detalló que los materiales originales para su elaboración son las maderas palo dulce y palo de rosa, tasiste, carrizo y el forro de piel de cerdo.
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