Buscar
Gestión

Lectura 3:00 min

Uciri y Comercio Justo, la ruta directa hacia el consumidor

Uno de los beneficios del Comercio Justo es la programación de las actividades, enpro de las familias campesinas, aseguran los miembros de Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo, agrupación con casi 100 años de experiencia comercializando café.

La Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo, (Uciri) tiene casi un siglo de experiencia en la producción y comercialización del café de altura, sin embargo, no fue sino hasta hace a penas 17 años, cuando a través del comercio justo, encontraron la forma de hacer crecer su producción, planificar la misma y obtener beneficios sociales para los pequeños cafeticultores.

Con el Comercio Justo, "hemos creado un sistema de comercialización en donde no estamos sujetos a precio de la Bolsa, sino hemos fomentado la cultura de que la entrega del café nos asegura que va a tener un remanente después de recibir un precio de anticipo", explicó a El Economista Isaías Martínez, asesor de Uciri.

De ésta manera, los miembros de las 20 comunidades oaxaqueñas, agrupadas en Uciri, han logrado sobreponerse a los abusos de los que fueron víctimas por parte de extranjeros, al poco dinero que les era pagado por su producto y ahora, por medio de un "sobreprecio" en el mismo, han logrado mejorar su vivienda, tener fondos suficientes para proporcionar servicios de salud a la comunidad, y establecer un fondo para los fallecimientos.

De acuerdo con el asesor, el esquema de comercialización en Uciri funciona de la siguiente manera: se fija un precio en asamblea. A partir de éste, cinco dólares se destinan a cooperación para el desarrollo y 15 más a la calidad orgánica "ésos cinco no se tocan, sirven para la asistencia técnica, los otros son para pagar el registro de calidad orgánica y permite hacer el plan de cosecha. Saber cuánto recibimos, y cuánto entró por cada concepto, es cosa que no se puede hacer bajo precio de la Bolsa de Nueva York", dijo el entrevistado.

{mosimage}Una comunidad solidaria

En Europa siempre hubo gente solidaria que se unía a las causas y buscaba pagar el precio justo a los campesinos pobres. Uciri recibió el apoyo de alemanes y holandeses agrupados en la organización "El Mercado Alternativo".

En 1989, cuando adoptaron este esquema, eran unos 600 productores, quienes apenas alcanzaban a cubrir las "altas cuotas" para ser reconocidos en FLO (Fairtrade Movement, por sus siglas en inglés).

Actualmente, esta agrupación ha crecido, cuenta con cerca de 2,700 productores.

"Como organización de grupos comunitarios estamos metidos en varios proyectos, no solo de café, y eso nos ha ayudado. Como pioneros hemos sido modelo y tenido compañeros de Chiapas y Veracruz, que han venido a ver la organización y como la manejamos", comentó Martínez.

A los pequeños productores, que manejan poco volumen, les resulta muy caro integrarse al esquema, por los costos de la inspección y la renovación del certificado, sin embargo, en México también se impulsa el desarrollo de Comercio Justo que empezó hace años. "Lo estamos desarrollando poco a poco y logrando que la gente comprenda que estamos exigiendo un precio justo a cambio de un producto de calidad. Queremos llegar lo más próximo al consumidor y que se entienda que del precio del café en el mercado, quienes se queden con mayor cantidad, son intermediarios, y con Comercio Justo queremos romper esa explotación", concluyó.

mgarcia@eleconomista.com.mx

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas