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Creación de empleo en los primeros tres trimestres del año es la más baja en una década
Las cifras del tercer trimestre confirman la creación de empleo más baja para un periodo enero-septiembre desde el 2014.
Entre enero y septiembre de este año, la población ocupada sólo creció en 45,903 personas. Esta es la creación de empleo más baja desde el 2014 para los primeros tres trimestres de un año, sin contar los efectos de pandemia, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Hasta ahora, la generación de empleo más baja para un periodo similar se había registrado en 2017 con 382,739 puestos de trabajo. Si bien en el 2020 se reportó una reducción de 4.5 millones de ocupados de enero a septiembre, esto se trató de un efecto de la pandemia por las medidas de confinamiento.
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En lo que va del año, sólo en dos meses el mercado laboral ha tenido destrucción de empleo: en febrero, cuando se perdieron 276,937 puestos y en agosto, con una cifra de 1.3 millones, la más alta desde enero del 2022. Sin embargo, el crecimiento en el resto de los meses ha sido a un ritmo más lento que otros años.
“Todo esto es consistente con la actividad económica. El problema es que se genera un círculo vicioso porque si el mercado laboral no tiene un buen desempeño, las empresas tampoco lo tienen y esto afecta las expectativas de contratación”, comenta Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
De acuerdo con los datos difundidos este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el trabajo subordinado es el tipo de ocupación con la mayor pérdida en lo que va del año, con una pérdida de acumulada de 604,778 plazas, seguido del trabajo no remunerado con 161,172.
Si bien el resto de las ocupaciones registran cifras positivas: empleadores (+228,305) y trabajo independiente (+261,204), han compensado poco la contracción en los renglones de asalariados y de trabajo no remunerado.
“Durante el 2025 se combinó un conjunto de factores que debilitaron la creación de empleo y derivaron en el registro más bajo desde 2014”, afirma Janneth Quiroz, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex.
Entre esos factores, comenta la especialista, destacan la debilidad industrial sostenida, cambios en la demanda externa y una ligera desaceleración en Estados Unidos, incertidumbre por aranceles y política comercial, un menor dinamismo en el consumo interno y el freno en manufactura, “un motor clave para el país”.
En el periodo enero-septiembre (primeros tres trimestres del año) la informalidad laboral fue la que mostró fortaleza, la ocupación informal creció en 599,234 personas, mientras que el empleo formal se redujo en 553,331. Como resultado de esto, la tasa de informalidad pasó de 54.5% a 55.4 por ciento.
La informalidad laboral alcanzó su nivel más alto desde el tercer trimestre del 2022 y rebasó por primera vez, en dos años, el umbral del 55% de la población ocupada.
Por otra parte, la subocupación, otro indicador clave del mercado laboral, se mantuvo sin cambio (7.2%), en lo que va del año, el también denominado subempleo se ha reducido un punto porcentual.
Sin embargo, se encuentra aún lejano de su mínimo histórico (6.1%) registrado en el segundo trimestre del 2006, lo que muestra que aún tiene margen de mejora. La subocupación engloba a las personas ocupadas que tienen la necesidad de ofrecer más horas de trabajo que las que le garantiza el mercado laboral.
Desempleo repunta
A la par de la desacelerada creación de empleo, la población ocupada en los primeros tres trimestres del año creció en 202,031 personas. Este comportamiento elevó la tasa de desempleo de 2.6% a 2.9 por ciento.
En lo que va del año, la tasa de desempleo hila dos trimestres con incrementos, aunque aún se mantiene 0.1 punto porcentual por debajo del nivel observado en el tercer trimestre del 2024.
Las especialistas coinciden en que en 2026 podría haber un ligero repunte en la creación de empleo, con algunas señales en contra para el trabajo formal, pero una baja en la tasa de desempleo.
“El empleo formal para el siguiente año, podría mostrar un mejor desempeño que este año, pero marginal. Esa mejora podría presentarse en la medida que los aranceles hacia México bajen y eso genera una mayor contratación en manufactura”, opina Gabriela Siller.
Pero, advierte la especialista, la mejora de la actividad económica por el Mundial de Fútbol también podría generar un crecimiento en la informalidad laboral. “Creemos que por la temporada del Mundial, se aprovechará la llegada de turismo y eso podría elevar la tasa de informalidad”.
Janneth Quiroz coincide en que la recuperación del empleo formal en 2026 podría ser marginal. “ El empleo formal podría recuperarse de forma gradual, apoyado por sectores de servicios, comercio y eventualmente por manufacturas si la demanda externa repunta, condicionada a las relaciones comerciales”.
Sin embargo, agrega, persistirán presiones en las industrias vinculadas con exportaciones, principalmente si continúan los aranceles o la incertidumbre en el entorno comercial.
De acuerdo con la Guía Salarial 2025 de Michael Page, las expectativas de contratación en 2026 son mixtas, si bien un 45% de las empresas afirma que aumentará su plantilla, un 42% prevé que no tendrá cambios en su fuerza laboral y un 13% planea reducción.
Las prioridades de los negocios para el siguiente año, según la investigación, es el crecimiento de los ingresos y la reducción de costos, preocupaciones que superan la atracción y retención de talento. En buena medida, esto se debe al entorno económico que se enfrentó este año.