Mystika, experiencia inmersiva que apunta directo al corazón y al alma 

Mystika es una experiencia sensorial única en su tipo, el sustento principal es la fotografía, pero viene acompañada de diversos elementos diseñados para trasladar al espectador a un viaje de conexión con la cosmología maya, los santuarios naturales más impactantes de México y el poder espiritual de los caballos: tótems de sanación, sabiduría y evolución. 

La experiencia originalmente es un museo en Tulum, sin embargo en otoño de 2022 llegará de manera temporal a la Ciudad de México, este espacio vendrá acompañado de varias sorpresas, charlas y eventos que, de acuerdo con su creador principal, “llevarán a los espectadores a un viaje personal”.  

Quien conoce el trabajo de Pepe Soho, sabe que el sello en su fotografía tiene un trasfondo muy personal. “Pasé por muchos años de problemas físicos, neurológicos, depresivos, años de entrada y salida de hospitales, pero la cámara y a dónde me llevó, me salvo la vida”, platica el creador de Mystika a El Economista. 

Esto lo movió poco a poco a fotografías que afinaban su estilo y puntualizaban más su mensaje, pero “llegó un momento en que sentí que necesitaba más herramientas para comunicar lo que yo sentía que tenía que decir”. 

Así Pepe se empezó a involucrar con videografía, cinematografía, animación, música, cuartos de espejos infinitos, cúpulas 360°; durante 10 años estuvo trabajando en un proyecto muy ambicioso, él mismo no sabía dónde iba a terminar y el resultado fue Mystika, en Tulum, actual lugar de residencia del autor.  

De acuerdo con el creador de la obra que compone este espacio, “la gente cuando va de visita logra un viaje a su interior, donde uno va a descubrir cosas de sí mismo”, platica que la mayoría sale llorando y agradecido con los regalos de la naturaleza, “utilizando esa sensibilidad con la que cuenta el ser humano, y que cuando es canalizada en cosas positivas y lindas, nos hace recuperarnos”.  

Asegura que se trata de un impulso que hace que la gente salga determinada a cambiar su vida o sanar alguna herida, “si bien es un festín para los ojos, o una locura visual, también ver los santuarios, caballos y espacios que cobran vida, acompañado de música realizada especialmente para ello, sales con el corazón lleno, esa sería la diferencia de acudir a un museo, donde la mente sale llena a nivel intelectual”, el tema con Mystika es “que apunta directo al corazón y al alma”. 

Las salas de exposición 

Mystika Tulum se compone de diversos espacios como Sanctuary, que transporta al espectador a los santuarios más emblemáticos de México: El de la mariposa monarca, la ballena jorobada y las luciérnagas. El Maya donde a través de un viaje sensorial dentro de un domo de 360 grados, se rinde tributo a la cosmología de esta cultura. Ascension, un espacio sensorial para contemplar la gran pirámide de Chichén Itzá en una noche estrellada. Y Espíritu, que rinde homenaje a estos majestuosos animales los caballos. 

“Como artistas muchas veces hay que ser humildes y decir ´nosotros no elegimos, a veces las cosas nos eligen a nosotros´”, Pepe platica por ejemplo, que en el caso de los caballos, él cayó de uno y a partir de ese momento de gran crisis, con un vacío y una tristeza profunda, no quedó de otra más que moverse y hacer todo lo posible por salir de ahí “porque es intolerable”. 

Posterior a este momento, comenzó a tomar fotografías de caballos sin saber realmente por qué lo hacía, hasta que entendió que los caballos en su vida eran maestros “lo peor que te puede pasar en la vida, es lo mejor que te puede pasar en la vida, si lo ves en retrospectiva”.  

Pepe asegura que “todos estos lugares son donde literalmente siento que estoy dentro de Dios”.  De ahí empezó un juego en su cabeza que lo llevó a crear Mystika, espacio que hoy mismo forma parte del Pabellón México en la Exposición Universal de Dubai, que se podrá disfrutar hasta el 30 de marzo de 2022. 

nelly.toche@eleconomista.mx