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Rumbo al Mundial 2026: qué avances dejó el 2025 para México
México llega al 2026 con infraestructura en marcha, turismo en expansión y una agenda social que busca que la fiesta futbolera no se quede en los estadios.

Foto: Archivo
México cerró 2025 con el acelerador a fondo rumbo a la Copa Mundial de Futbol 2026, un evento que promete marcar un antes y un después en materia turística, urbana y de impacto económico.
Con 13 partidos asignados en tres ciudades (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey) el país apuesta por un modelo que combine turismo deportivo, infraestructura pública y activaciones sociales para capitalizar la justa.
El Gobierno federal estima una derrama económica de entre 1,800 y 3,000 millones de dólares, además de un posible impulso al crecimiento del PIB de hasta 0.5 puntos porcentuales, según consultores económicos.
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Turismo deportivo: la gran apuesta
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que México “está listo” para recibir a más de 5.5 millones de visitantes entre junio y julio de 2026. Para ello, destacó inversiones en aeropuertos, remodelación del AICM y la entrada en operación del tren AIFA–CDMX previo al torneo.
A nivel privado, la expectativa ya se refleja en el mercado de hospedaje: plataformas como Airbnb reportaron incrementos de hasta 3,000% en la demanda de alojamiento en fechas del Mundial y aumentos de tarifas de hasta 155% en Ciudad de México. Una parte importante de esa demanda proviene de la propia afición mexicana que se trasladará entre sedes.
El fenómeno, no obstante, será pasajero y se concentra en los meses que rodean al torneo, según especialistas del sector inmobiliario.
Infraestructura y movilidad: obras para quedarse
Para garantizar el traslado seguro y eficiente de turistas y aficionados, se destinarán entre 1,500 y 2,000 millones de pesos en movilidad para cada sede mexicana. Las acciones incluyen:
CDMX: modernización de la Línea 1 del Metro, nuevas rutas de electromovilidad, ciclovías y proyectos como el Trolebús El Chapulín y el Tren Ligero El Ajolote.
Guadalajara: ampliación de la Línea 5, renovación del Estadio Guadalajara, instalación de cámaras de seguridad y el FIFA Fan Festival con 39 días de actividades.
Monterrey: construcción de las Líneas 4 y 6 del Metro, modernización del transporte público con 4,000 nuevas unidades y adecuaciones en estadios.
La experiencia mundialista, advirtieron urbanistas, requerirá coordinación sin precedentes entre autoridades, sector privado y ciudadanía para que las ciudades no colapsen ante la oleada de visitantes.
Mundial Social: del estadio a las comunidades
El programa “México 2026” llevará la fiesta mundialista a las 32 entidades con actividades gratuitas como:
- Canchas nuevas en barrios y comunidades
- Torneos para niñas, niños, jóvenes y personas con discapacidad
- Espacios para ver partidos en plazas públicas
Activaciones culturales y familiares
La presidenta donará el boleto 001 de la Copa del Mundo a una niña o joven, como gesto para impulsar la participación femenina en el futbol.
Sustentabilidad y legado urbano
Empresas como JLL, Steer y Gensler destacaron que el Mundial será un catalizador para consolidar ciudades más conectadas y sostenibles. La FIFA exige estándares ambientales más estrictos, como:
Certificación LEED Silver para estadios
- Ahorro de agua y energía
- Manejo integral de residuos y economía circular
- Fomento del transporte público de bajas emisiones
Además, los recintos se conciben como “espacios legado”, con infraestructura que siga siendo útil después del torneo, incluidos los primeros sensory rooms del país en estadios, para personas neurodivergentes.
El reto: que la fiesta se convierta en crecimiento
Aunque la visibilidad global favorecerá sectores como gastronomía, artesanías, hotelería y entretenimiento, analistas como Banco Base advierten que el impacto podría ser moderado debido al número y tipo de partidos en México.
También anticipan presiones temporales en precios hacia mitad de 2026 por la alta demanda en ciudades sede.
Aun así, organismos como Cepal consideran que el Mundial será un motor para el consumo y el ingreso turístico, clave para una economía que busca acelerar tras la desaceleración de 2025.
México llega al 2026 con infraestructura en marcha, turismo en expansión y una agenda social que busca que la fiesta futbolera no se quede en los estadios.




