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“Vivienda para vivir, no para invertir”
A lo largo de la marcha, los manifestantes también mostraron su rechazo a la organización del próximo mundial de futbol que se llevará a cabo el 2026.
Cientos de pobladores provenientes de pueblos originarios y jóvenes salieron a marchar este domingo por toda la avenida Insurgentes Sur por la zona del centro de Tlalpan, en contra de la gentrificación que se vive en el sur de la Ciudad de México.
Con consignas como: "vivienda para vivir, no para invertir", "no somos hostal, somos barrio ancestral" y "los gringos gentrifican y el gobierno patrocina"; las y los manifestantes, en su mayoría jóvenes, partieron después de las 3:30 pm de la estación del Metrobús Fuentes Brotantes con destino hacia El Caminero.
Previamente, desplegaron una manta con la leyenda: clausurado por ecocidio en la construcción del fraccionamiento Fuentes Brotantes 134 en la alcaldía Tlalpan, la cual señalan de ser un riesgo para la comunidad, además de ser un mega proyecto que afectará los servicios básicas como el suministro de agua de los vecinos de la zona.
"Los responsables son las empresas inmobiliarias, tanto mexicanas como extranjeras, así como los gobiernos locales y federales que han permitido y fomentado la gentrificación. Es crucial destacar la contradicción del gobierno: mientras destina recursos a financiar armas y militarización, relega la vivienda y otras necesidades sociales a un segundo plano", señaló la Agrupación Juvenil Anticapitalista presente en esta marcha.
A lo largo de la marcha, los manifestantes también mostraron su rechazo a la organización del próximo mundial de futbol que se llevará a cabo en la capital país, pues acusaron que incrementará la llegada de extranjeros, y con ello el abuso de plataformas de rentas eventuales.
"Actualmente estamos viviendo un momento crítico de la gentrificación en diferentes partes del país. Este desplazamiento lo vemos en diferentes modalidades: cuando los precios de las rentas, servicios, artículos se elevan y hay que buscar un lugar donde sea más costeable vivir, incluso siendo dueños tienen vender su propiedad, en otras ocasiones ese desplazamiento es aún más violento cuando las familias son desalojadas de sus hogares", advirtió uno de los integrantes la Unión de la Juventud Revolucionaria de México durante la manifestación.
Durante la movilización, los manifestantes trataron de aclarar que no se trata de una cuestión étnica o xenofobia, ya que aseguran que no se oponen a la llegada de trabajadores del mundo, pues su rechazo es por los visitantes que tienen prácticas "colonialistas, especificamente gringos".
Enfrentamientos
Al llegar a la zona de El Caminero, los manifestantes retomaron la marcha de regreso con rumbo a Ciudad Universitaria y pese a que gran parte de la movilización transcurrió de manera pacífica, al llegar a la estación del metrobus Perisur, parte del bloque negro, que acompañó la movilización, realizó pintas y lanzó algunas bombas de humo contra los cientos de policías que venía resguardando la marcha.
Este enfrentamiento provocó que muchos de los manifestantes de los pueblos originarios y vecinos de la tercera edad presentes abandonaran la movilización.
Al final, la marcha se integró de puros jóvenes, quienes se adentraron a Ciudad Universitaria con rumbo al Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), donde realizaron destrozos a su fachada y quemaron algunos pancartas.



