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El rey de España no debe pedir perdón: Alfredo Ávila
Ya es tiempo de que los mexicanos nos quitemos de encima la idea que la Conquista la hizo España, expone el historiador el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM Alfredo Ávila Rueda.

El jefe del Estado español no debe pedir perdón por los hechos realizados por los conquistadores que provocaron la caída de Tenochtitlan, consideró el historiador Alfredo Ávila Rueda.
En entrevista, el académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, recalcó que ya es tiempo que los mexicanos nos quitemos de encima la idea que la Conquista la hizo España.
Lo que ocurrió fue que vino un grupo de aventureros, gente sin educación, muy violentos, muy brutales que se lanzaron al territorio de lo que hoy es México, se aliaron con distintos pueblos indígenas de la región, relató.
Expuso que, a la caída de Tenochtitlan, centenares, miles de indígenas, gente originaria de este territorio, gente mesoamericana, se lanzó a otras partes a conquistar, también de manera muy violenta a otras comunidades. Esto sucedió hacia el occidente, es decir, hacia lo que hoy es Michoacán y Jalisco y hacia el norte y el sureste, incluido Centroamérica.
Con ello, destacó que la Conquista no es algo que hiciera una entidad llamada España. Quienes participaron, efectivamente, eran personas que nacieron en la península ibérica, pero también personas que nacieron en Mesoamérica. Es un fenómeno mucho más complejo que decir simplemente que España vino a conquistar México, explicó.
El investigador también aseguró que es un anacronismo juzgar con los parámetros actuales lo que ocurrió hace 500 años, aunque, advirtió, la Conquista tuvo una fuerte dosis de brutalidad y violencia, no sólo desde nuestro punto de vista, sino desde el punto de vista de los propios contemporáneos de aquel proceso y para convencerse de eso basta con leer a Bartolomé de las Casas.
También no quiero quitar que hubo colonialismo, es decir, que hubo explotación de recursos naturales, particularmente en las últimas décadas del Virreinato, que fue tremendo, pero de ahí a que el actual Estado español tenga que pedir perdón por aquellos actos me parece que hay un gran paso, insistió el historiador.
Dijo que el rey de España pudo haber tenido la iniciativa de pedir perdón a los pueblos originarios de lo que fue Tenochtitlan, y hubiera sido un gesto muy bien- venido, pero la manera en que lo lleva el presidente mexicano López Obrador, de ponerlo en la palestra pública y no llevarlo por medios diplomáticos, ya enrareció todo y seguramente no sucederá lo que según él pretende.
AMLO hace política interna
Para el académico, lo que el presidente pretende con su planteamiento de que España y la Iglesia católica deben pedir perdón a los pueblos originarios de México es hacer política interna.
Expuso que lo que el jefe del Ejecutivo quiere es mostrarse ante los mexicanos como un nacionalista y lo va a conseguir, porque la gran mayoría de los ciudadanos educados por la Secretaría de Educación Pública sigue creyendo esas viejas historias de buenos contra malos y esta historia maniquea de que vinieron y nos conquistaron. También criticó que el presidente quiera defender a los pueblos originarios, aunque las mineras estén en las tierras de estos pueblos, aunque los proyectos de modernización en el sureste o en Morelos sigan pasando por encima de los derechos de los pueblos originarios.
Esto me parece pura retórica y que, en los hechos, el presidente no está haciendo nada para proteger a los pueblos originarios.
Para el historiador, en México los pueblos originarios existen, sus derechos están siendo atropellados y el gobierno no está haciendo nada para evitarlo.
Más que andar pidiendo perdón, como mexicanos debemos asumir nuestra historia, incluida la historia de crueldades y barbaridades, no sólo la historia de bronce, de hombres buenos que nos han pintado y asumirla y reconocernos en ella y hacer nosotros un acto de conciencia que hemos cometido errores en el pasado y que podemos resolverlos.