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Opinión

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Robert F. Kennedy Jr. y el futuro de los psicodélicos en México y Estados Unidos

Hace algunos años, trabajé en un programa de salud mental dentro de las escuelas en Estados Unidos. Esa experiencia me permitió observar de cerca los retos que enfrenta el país para abordar los problemas de salud mental, especialmente entre los jóvenes. Recuerdo debates apasionados con colegas sobre el potencial de terapias innovadoras, como las asistidas con psicodélicos, para transformar vidas. Sin embargo, también surgían preguntas inevitables: ¿cómo garantizar el acceso a estas terapias sin sacrificar la seguridad y la regulación necesaria? Hoy, estas cuestiones han cobrado un nuevo protagonismo con la nominación de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud en el gobierno de Donald Trump.

El apellido Kennedy evoca una mezcla de legado, controversia y activismo. Robert F. Kennedy Jr., conocido tanto por su lucha ambiental como por su postura crítica hacia las vacunas y otras políticas de salud pública, ahora capta la atención por su enfoque en las terapias asistidas con psicodélicos. Propuestas como el uso de MDMA o psilocibina para tratar trastornos como el estrés postraumático (TEPT) o la depresión resistente podrían marcar un antes y un después en el tratamiento de la salud mental, pero también plantean nuevas preguntas sobre cómo implementarlas de manera responsable.

Su relación con México

Robert F. Kennedy Jr. no es un desconocido para México. En 2023, envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador disculpándose por comentarios despectivos hacia nuestro país realizados por un senador estadounidense. Este gesto diplomático reflejó su interés por fortalecer las relaciones bilaterales. Además, su enfoque en temas como la salud pública y el medio ambiente ha consolidado a México como un punto clave en su visión de colaboración internacional.

Cualquier cambio en la política de salud estadounidense bajo su liderazgo podría tener repercusiones directas en México. Si Estados Unidos opta por flexibilizar su postura sobre el uso terapéutico de psicodélicos, es probable que nuestro país enfrente presiones para revisar sus propias políticas. Esto incluiría aspectos relacionados con la investigación, la regulación y el acceso responsable, marcando un posible punto de inflexión en el tratamiento de estos temas en la región.

Una historia personal y un debate global

Aunque no existen registros que confirmen el uso de psicodélicos por parte de Robert F. Kennedy Jr., él ha sido franco sobre su lucha personal contra la adicción a la heroína. En entrevistas recientes, ha compartido cómo esta experiencia transformó su vida y lo impulsó a explorar soluciones innovadoras para tratar las adicciones. Este historial le brinda una perspectiva única para liderar el debate sobre las terapias asistidas con sustancias.

En Estados Unidos, los psicodélicos han dejado de ser un símbolo de la contracultura para consolidarse como una herramienta científica con un futuro prometedor. Investigaciones de instituciones como Johns Hopkins y la Universidad de California, Berkeley, han evidenciado su eficacia en el tratamiento de trastornos de salud mental. Sin embargo, su implementación demanda la creación de marcos legales y éticos robustos, un reto que Kennedy podría enfrentar con respuestas tan visionarias como divisivas.

México ante la oportunidad de los psicodélicos

La apertura de Estados Unidos hacia los psicodélicos podría impulsar avances científicos en México, un país donde las barreras legales aún dificultan la investigación en este campo. Sin embargo, es crucial actuar con cautela: una liberalización apresurada podría derivar en un aumento del uso recreativo no regulado, con consecuencias impredecibles para la salud pública y la seguridad.

Por otro lado, si México logra capitalizar esta coyuntura invirtiendo en investigación rigurosa y estableciendo programas sólidos de manejo de riesgos, tiene el potencial de posicionarse como un líder regional en terapias innovadoras. Esto no solo beneficiaría al país, sino que también abriría nuevas posibilidades para América Latina en el tratamiento de trastornos de salud mental.

Un momento decisivo

La nominación de Robert F. Kennedy Jr. nos obliga a reflexionar sobre el futuro de las políticas de salud, tanto en Estados Unidos como en México. En este momento histórico, la colaboración internacional y una regulación responsable serán esenciales para convertir el potencial de los psicodélicos en una herramienta efectiva y ética al servicio de la humanidad.

Como psiquiatra, paciente y madre, este tema me llena tanto de inquietud como de esperanza. México, un país con una profunda tradición en el uso de plantas sagradas, enfrenta una oportunidad única para replantear su relación con estas sustancias y adaptarlas a las necesidades actuales de la salud mental.

Surge una pregunta clave: ¿qué visión compartirán Kennedy y nuestro Secretario de Salud, el Dr. David Kersenovich, frente a este desafío? Sus decisiones podrían marcar el rumbo de un nuevo paradigma en el tratamiento de trastornos mentales en ambas naciones.

Me encantaría conocer tus dudas o experiencias relacionadas con este tema. Sigamos dialogando; puedes escribirme a dra.carmen.amezcua@gmail.com o contactarme en Instagram en @dra.carmenamezcua. ¡Hasta la próxima!

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Carmen Amezcua es consultora, conferencista y experta en psiquiatría integrativa. Tiene mas de 17 años de experiencia, dentro de la industria farmacéutica y de la salud.

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