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Día Mundial contra el Cáncer 2025: un llamado a la humanización

José Luis Cárdenas T. / @PepoCardenasT
El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte a nivel mundial, con casi 10 millones de defunciones al año, lo que representa aproximadamente una de cada seis muertes globales. Los tipos de cáncer más comunes incluyen el de mama, pulmón, colon y recto, y próstata. Esta enfermedad no solo afecta a millones de personas cada año, sino que también tiene un impacto devastador en las familias y comunidades.
En este contexto, la campaña del Día Mundial contra el Cáncer 2025, conmemorado el 4 de febrero pasado, titulada "Unidos por lo Único", buscó resaltar la importancia de la humanización en la atención oncológica. Esta campaña pone a las personas en el centro de la atención, reconociendo que cada diagnóstico de cáncer es una historia humana única que merece ser tratada con compasión y empatía.
En el artículo de 2023, “Humanization in oncology care: A necessary change”, de Díaz, Spiess y García-Perdomo, precisamente se enfatiza cómo los desarrollos en la atención del cáncer, la automatización de la atención, la racionalización del tiempo y la fragmentación del proceso de trabajo por imperativos institucionales pueden a menudo llevar a la deshumanización de la atención. Si bien indican que es indiscutible que estas intervenciones han mejorado significativamente los resultados en oncología, pueden haber causado que las necesidades emocionales de los pacientes, las familias y los profesionales de la salud se consideren preocupaciones secundarias. Ellos postulan, que la atención humanizada puede ayudar a disipar las emociones negativas asociadas con el diagnóstico y tratamiento del cáncer e incluso puede contribuir a mejorar los resultados de los pacientes. Este enfoque empático y respetuoso hacia los pacientes lleva a aumentar las expectativas de recuperación, la responsabilidad, el control sobre su propia salud, la satisfacción, la seguridad en la atención, la felicidad del paciente y la resiliencia de los profesionales de la salud, resultando en ahorros de tiempo y costos. La humanización de la atención, concluyen, ha surgido como una respuesta a las necesidades y preocupaciones de los pacientes y sus familias que van más allá de lo biológico.
En el artículo mencionado, se afirma, además, que los pacientes que reciben atención humanizada tienen un 20% más de probabilidades de adherirse a sus tratamientos y reportan una mejora del 30% en su bienestar emocional. Otros estudios apuntan también en el mismo sentido, por lo que la humanización del tratamiento oncológico, no sólo tiene una justificación ética, sino que clínica.
A nivel nacional, puede destacarse a Brasil y El Programa Nacional de Humanización de la Atención y Gestión en el Sistema Único de Salud (SUS), que ha implementado enfoques que promueven la dignidad y el respeto hacia los pacientes oncológicos. En España, por su parte, Instituciones como el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona han desarrollado programas integrales de humanización en oncología, enfocándose en la atención personalizada y el apoyo emocional.
Ahora, el foco de la humanización no sólo debe estar en los pacientes, sino que también en los cuidadores, quienes juegan un papel fundamental en el apoyo a las personas con cáncer. Este rol a menudo conlleva una carga significativa, afectando su salud física y emocional. Los cuidadores no solo brindan asistencia práctica, sino que también son una fuente crucial de apoyo emocional para los pacientes. Es esencial reconocer y apoyar a los cuidadores, asegurando que también reciban el apoyo humanizado necesario para mantener su propio bienestar.
En conclusión, la campaña "Unidos por lo Único" nos recuerda la importancia de un enfoque humano en la atención del cáncer. Es fundamental que los sistemas de salud y las instituciones especializadas trabajen conjuntamente para ofrecer una atención empática e integral, que contemple las historias, necesidades y creencias de cada persona. Al priorizar la humanización de la atención oncológica, podemos mejorar significativamente la calidad de vida de quienes enfrentan esta enfermedad y sus cuidadores.
Es el rol de los sistemas de salud de trabajar por la creación un sistema de salud más humano y compasivo. Cada historia importa, y cada vida merece ser valorada y respetada.
*El autor es experto en políticas públicas en salud, ha trabajado para diversas asociaciones e industria relaciona con estas materias, desempeñándose también a nivel académico.