Banana Contemporary y su mirada a Frieze Los Ángeles 2025

Frieze Los Ángeles 2025 ha reafirmado su papel como una de las ferias de arte más relevantes a nivel global, consolidando a la ciudad como un epicentro donde el arte se cruza con otras disciplinas y comunidades; fusiona el dinamismo cultural de una ciudad con una atmósfera relajada, casi playera, donde el arte se percibe como un lenguaje que conecta diversas disciplinas, desde la cultura hasta el cine

Desde Banana Contemporary, bajo la dirección de Mónica Martínez, la percepción general de la feria fue una mezcla de sofisticación y accesibilidad, un evento que, a pesar de su magnitud, permite que el arte se integre de manera orgánica a la vida cotidiana.

Uno de los aspectos más novedosos que encontró Banana fue la creación de un fondo de adquisición de $75,000 entre el Hammer Museum, el LACMA y el MOCA para apoyar a artistas locales, un modelo de adquisición institucional que impulsa a la escena emergente. Este tipo de iniciativas son cruciales para la consolidación del ecosistema artístico y podrían sentar un precedente en el ámbito global.

En términos de las obras, la representación de Asami Shoji por la galería Linseed fue especialmente conmovedora. Su trabajo sobre la figura humana, utilizando capas de color y transparencias, transmite una sensación de movimiento y fragilidad que no solo es estética, sino profundamente emotiva. Además, el esfuerzo de galeristas como Ligzhi Zhuang, quien está ampliando la representación de artistas asiáticos en América, incluyendo figuras femeninas, lo cual es clave en un mercado todavía dominado por perspectivas eurocéntricas.

En cuanto a la representación mexicana (aunque no fue amplia), las contribuciones de artistas como Roberto Benavidez, Ozzie Juárez y Viktor "Marka27" Quiñonez se hicieron sentir con fuerza. Benavidez fusionó el arte popular y contemporáneo en su serie de piñatas tridimensionales, mientras que Juárez llevó una instalación cargada de simbolismo cultural, inspirada en los mercados de Los Ángeles. Por su parte, la crítica social de Quiñonez, con su serie "I.C.E. Scream", destacó por abordar la realidad de las políticas migratorias en Estados Unidos, lo que resuena fuertemente en el contexto latinoamericano.

Una de las experiencias más enriquecedoras de la feria fue el programa Inside Out, que llevó intervenciones de artistas como Lita Albuquerque y Jackie Amézquita al espacio público. Estas instalaciones no solo generaron una atmósfera contemplativa, sino que contribuyeron a una experiencia más interactiva, invitando a los asistentes a reflexionar y explorar el arte en un contexto mucho más orgánico.

Otro fenómeno, fue la convergencia del arte con la ciencia. Con exposiciones como "Post Human", que exploran la biotecnología y la ecología, queda claro que el arte contemporáneo se está expandiendo hacia nuevas fronteras interdisciplinarias. Esto podría influir de manera significativa en el mercado del arte en México, especialmente si instituciones como la UNAM y el MUAC que impulsan diálogos entre arte y ciencia. La integración de estos campos no solo enriquecería la producción de conocimiento, sino que fortalecería la escena artística mexicana.

Las oportunidades de conectar con otros profesionales del arte también fueron una de las grandes fortalezas de la feria. Las conversaciones espontáneas con artistas, curadores y coleccionistas pueden derivar en colaboraciones que favorecen el crecimiento mutuo. De hecho, mencionar a México en estos espacios genera un interés inmediato, lo cual es una muestra del potencial de nuestra escena artística para seguir posicionándose a nivel internacional.

En cuanto a la ubicación de la feria en el Aeropuerto de Santa Mónica, la estructura diseñada por WHY Architecture no solo fue funcional, sino que aportó una sensación de fluidez y exploración. Cada sección del evento, ya sea comercial o experimental, tenía su propio carácter, y el recorrido entre ellas fue una experiencia enriquecedora de descubrimiento constante. La distribución del espacio favoreció la creación de un ritmo de visita sin saturaciones, lo que permitió disfrutar tanto de los proyectos más comerciales como de los experimentales.

La respuesta solidaria de la comunidad artística frente a los recientes incendios en Los Ángeles también tuvo un impacto palpable. Iniciativas como la creación de un fondo colectivo de adquisiciones por parte de grandes museos y proyectos como "Land Memories" evidencian cómo el arte puede ser un motor de resiliencia y una herramienta para preservar legados culturales. Estos proyectos no solo son un acto de apoyo a las comunidades afectadas, sino también una demostración de cómo la comunidad artística puede jugar un papel activo en la recuperación y preservación del patrimonio cultural.

Uno de los booths más destacados para mí fue el de Proyectos Monclova, con las obras de Víctor Hugo Pérez. La manera en que el artista utiliza los marcos de sus piezas como esculturas por sí mismas, talladas a mano, resalta la riqueza simbólica de sus trabajos. Además, la ambientación del booth, con predominancia del color azul vibrante, evocó la Casa Azul de Frida Kahlo, creando una conexión sutil pero significativa con la cultura mexicana.

La feria no solo fue una oportunidad de exposición, sino también una plataforma para reflexionar sobre cómo podemos fortalecer el ecosistema artístico en México. El modelo que observamos en Frieze Los Ángeles, donde se generan alianzas estratégicas dentro del mismo sector cultural, es algo que queremos replicar y adaptar para crear redes más sólidas de colaboración. Estas alianzas pueden ampliar la visibilidad del arte mexicano y generar nuevas oportunidades tanto dentro como fuera del país.

En Banana Contemporary, se ha logrado redefinir la conexión entre las personas y el arte contemporáneo en México. La marca se especializa en la representación de artistas, la prestación de servicios artísticos y la promoción del coleccionismo, con estrategias innovadoras que buscan crear un nuevo mercado de consumidores de arte. Uno de los aliados clave en esta misión es Artists Container, con quienes comparten una visión común de fomentar la expansión del arte contemporáneo en el país.