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Un hombre llamado Cantinflas
De vivir, mañana cumpliría 100 años Fortino Mario Alfonso Moreno Reyes, que fuera conocido como Cantinflas, el extraordinario comediante emblemático de teatro y cine nacional. Hijo de Pedro Moreno Esquivel y de Soledad Reyes Guízar. Por cierto, doña Soledad fue pariente del actual santo Rafael Guízar y Valencia que a su vez fue tío abuelo del tristemente célebre legionario de Cristo, Marcial Maciel Degollado. El parentesco le viene a Maciel por la vía materna. La madre de Maciel -contra lo que pudiera pensarse sí tuvo-, Mamá Maurita, quien iba para beata que volaba si no hubieran trascendido, hasta formar un escándalo público, las travesuras de su hijo, fue sobrina del primer Obispo latinoamericano elevado a los altares.
¿Qué pasó, chato? Cómo será asté de incrementoso -escucho una voz de ultratumba-, está bien que asté quiera ser algo así como quien dice el biólogo de mi vida, pero no hay derecho luego por eso dicen pero no Ultimadamente uno qué culpa tiene de que su árbol ginecológico haiga dado una fruta podrida Quien esté libre de una oveja negra que aviente la primera lana Porque uno es uno y el otro es el otro Y ese individuo al que asté se refiere en su referencia viene siendo algo así como mi antimoña o sea lo visconverso de mí Porque yo así como me ve bueno, si es que me ve porque ora ando de espiritista en el más acá que paasté viene siendo el más allá Caray no es justa la comparación comparativa entre yo y él. Porque no es lo mismo divertir chamacos en la pantalla que abusar de ellos en la sacristía; que viene siendo la tía del sacristán.
Dejo de escuchar la voz: Don Mario le dijo a la escritora Guadalupe Elizalde, autora de Mario Moreno y Cantinflas, rompen el silencio: No conocí la miseria, la pobreza sí porque el sueldo de mi padre fue insuficiente para proporcionar lo necesario a una familia tan numerosa como la nuestra. Fuimos catorce hermanos, algunos fallecieron muy pequeños; vivimos ocho. Todos tuvimos la oportunidad de estudiar y si en lo personal no terminé una carrera, fue porque la vida me distrajo .
Dejó la Escuela de Agronomía, huyó de su casa e hizo una incursión en el Ejército; lo dieron de baja por ser menor de edad. Pensé que como boxeador leo en el libro de la señora Elizalde- podría hacerme de una entrada. En esos pasos me siguió Pepe, mi hermano, y ganamos algún dinero peleando como contrincantes, puestos de acuerdo en que alguno de nosotros se dejaría caer para cobrar los siete pesos del ganador . En una entrevista concedida a Martha Anaya, publicada en Excélsior el 28 de octubre de 1979, le manifestó a la periodista: Tuve algunas peleas, pero lo que es boxeando no fui muy popular entre la gente Desde que entraba ya estaban contando los diez .
Existen diversas versiones sobre su inicio en las carpas y el origen de su nombre. En un ensayo sobre el personaje, Carlos Monsiváis, consigna: La primera oportunidad del cómico: en la carpa Sotelo, en Azcapotzalco (1930). En 1933, en la carpa Valentina, ya dispone del atavío que será clásico, su pinche-escudo-de-Aquiles: aquí está el peladito, la persona que viene del dandismo de las pulquerías y del circo, con el rostro enharinado o pintado con albayalde, los pantalones cuajados de parches y siempre debajo de la cintura, la corbata vieja que remplaza el cinturón, el gorro de picos que se ostenta como sombrero, los calzones de olanes que se exhiben a la menor provocación, los zapatos destrozados, la camiseta astrosa y el trapo (llamado por decoro la gabardina ) en el hombro izquierdo, entonces emblema del cargador de los mercados. El peladito entra a escena y el público se divierte de antemano ante el símbolo del porvenir clausurado para siempre . Monsiváis cuenta que durante una presentación, el pánico escénico causó que el cómico olvidara un monólogo original, dice lo que le viene a la lengua en plena emancipación de frases y palabras, un prodigio de incoherencia . ( ) Al poco de soltarse el enredo infinito, aparece el nombre que completa la fortuna. Alguien absorto en el fluir del disparate le grita: ¡Cuánto inflas! (¡Cantinflas!) o ¡En la cantina inflas!. La contracción prende y es la fe victoriosa del bautismo.
Si esto sucedió así o no ya es lo de menos. En materia de orígenes legendarios lo que pudo haber sido es lo que fue .
Ahí está el detalle
Al personaje de Cantinflas le gustaba ofuscar el lenguaje especialmente cuando debía dinero, cortejaba mujeres o tenía problemas con las autoridades, siempre intentaba salirse de problemas a través de abrumar a su interlocutor con verborrea pomposamente incoherente a gran velocidad mientras pretendía estar bien informado, conversaciones que finalmente carecían de significado. Esto dio origen al verbo cantinflear que la Real Academia de la Lengua Española registró en el diccionario como: Hablar de forma disparatada e incongruente sin decir nada .
En el precitado libro de Guadalupe Elizalde, el cómico de la gabardina cuenta: La aceptación del público (en la carpa Valentina) y los comentarios que corrieron de boca en boca hicieron posible que mi incipiente fama llegara a oídos de los empresarios que ubicaban sus carpas en el centro de la ciudad de México, donde la competencia por un cartel de primera era feroz. Celia Tejeda, mi gran amiga La Reina de las Carpas, creyó en mí y me llamó para trabajar en el Salón Mayab, después pasamos al Salón Rojo y de ahí al Teatro Follies Bergere de José Furstenberg .
A pregunta expresa de la autora sobre el éxito de las carpas, Mario Moreno manifiesta: La carpa era la caja de resonancia donde los actores decíamos lo que el pueblo pensaba. A diferencia de lo que pueda creerse, el pueblo de México es una sociedad muy crítica y nada que suceda o se ordene desde la cúpula del poder puede pasar inadvertido ( ) Por aquellos años, cuando México era más manejable en su tamaño y dimensión, esos comentarios corrían a una velocidad impresionante. El público estaba muy bien informado y los políticos eran tan claros como yo. Los actores recogíamos ese eco popular, lo hacíamos nuestro y le imprimíamos un estilo personal; ningún cómico se parecía a otro . ( ) Si la autoridad pretendía cerrar un teatro a causa de los tonos subidos en la crítica, tenía que enfrentarse primero con un gremio de actores muy unidos y enterados de sus derechos y, después, con un auditorio dispuesto a defender su libertad de recreación, aun a costa de derribar las puertas del teatro .
Este textoservidor, por desgracia y razones de edad, jamás vio a Cantinflas en las carpas o en el teatro. Obvio que he visto sus películas, de las que me gustan: Así es mi tierra (en la que hace pareja con Manuel Medel), la consagratoria Ahí está el detalle. También me gustan El gendarme desconocido, Los tres mosqueteros, ¡A volar joven! y El supersabio. Creo que a partir de Caballero a la Medida y Abajo el telón, el personaje pierde picardía, se diluye la crítica social y ya no digamos la política, a las que sustituye por el mensaje demagógico que raya en el panfleto en pro de las buenas costumbres y la decencia .
En el volumen biográfico de Cantinflas, publicado por Clío, escrito por Miguel Ángel Morales, con el título: Cantinflas, amo de las carpas viene esta curiosa nota: En el mes de julio (1938), Cantinflas volvió a la política: promovió su candidatura a la Presidencia de la República adelantándose al calendario electoral. El domingo 10 de aquel mes, el semanario Rotofoto -efímera publicación de José Pagés Llergo incendiada por fuegos lombardistas (de Vicente Lombardo Toledano, líder obrero)- anunciaba en su portada: Cantinflas lanza su candidatura presidencial por conducto de Rotofoto. Venga el petróleo y el petróleo vino, salga el petróleo, y no ha podido salir ¿por qué? Ahí está el detalle, opinaba en ella el mimo sobre la expropiación petrolera. Después identificándose como obrero, Cantinflas lanzaba su hilarante plataforma presidencial: Yo quiero hablar a lo macho y lanzar mi candidatura para Primer Magistrado de la República. De plano yo me comprometo a velar por la causa del obrero desorganizado, unirlos fraternalmente como la CROM y la CTM, pero bien unidos ¡todos para uno y uno para los que sean! Quién quita y se me haga, porque mi programa es bueno. Repartiría un campesino para cada ejido y un quejido para cada campesino .