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Soluciones coyunturales y estructurales
Los efectos de la recesión económica mundial sobre la economía mexicana, gradual pero inexorablemente, se han venido manifestando desde el año pasado, al observar la depreciación del peso frente al dólar estadounidense y el euro, la caída en las exportaciones de automóviles, los paros técnicos en algunas industrias, el aumento en la tasa de desempleo y el retraso en la puesta marcha de los proyectos de refinación de Pemex, entre otros efectos negativos.
Concluidas las etapas de diagnóstico de la crisis y de la formulación de propuestas de solución, ahora se deben concretar las iniciativas de ley e iniciativas ejecutivas, que no sólo aminoren el impacto de los mencionados efectos sobre el bienestar de la sociedad mexicana, sino que además eviten su recurrencia.
En el proceso de toma de decisiones para resolver problemas, una vez formuladas las propuestas de solución, es necesario establecer las prioridades, los tiempos estimados de realización y designar a los responsables de su implantación, ejecución y control.
En la asignación de prioridades, no se debe supeditar lo importante a lo urgente. Sin embargo, es evidente que algunas soluciones deben implantarse en el corto plazo y otras en el largo plazo.
Las primeras corresponden a soluciones coyunturales y las segundas, a las soluciones estructurales.
Con esta tipología podemos abordar las propuestas legislativas y recomendaciones para el gobierno federal que se dieron a conocer el pasado 18 de febrero del presente año, en las conclusiones del Foro México ante la crisis: ¿Qué Hacer para Crecer?, organizado por el H. Senado de la República.
Las propuestas derivadas del citado Foro fueron agrupadas en dos paquetes de reformas legislativas, uno de 10 propuestas a desahogarse en un corto periodo que abarca hasta abril de este año. Otro paquete de nueve propuestas para desarrollarse en la agenda legislativa de julio a septiembre.
Adicionalmente, se emitieron 13 recomendaciones dirigidas al gobierno federal. No obstante que en principio la programación del desarrollo de las iniciativas específicas implica una priorización, la intención de impacto temporal de las soluciones esperadas no está claramente reconocida.
Por ejemplo, la quinta propuesta del primer paquete, referida a la reforma de la Ley de Ciencia y Tecnología, con el propósito de crear organismos y herramientas para fomentar la innovación, no es una solución que se pueda diseñar e implantar en el corto plazo, sino que además sus resultados serían observables en el largo plazo.
La capacidad de innovación depende de la formación de capital humano mediante un sistema educativo eficiente. Por lo tanto, esta propuesta corresponde a una solución estructural.
Otras dos propuestas de reforma del primer paquete que representan soluciones estructurales son la novena y la décima. Una se refiere a la revisión del marco jurídico de la actividad turística para impulsar la inversión, empleo y desarrollo regional. La otra será un paquete integral de reformas para el campo.
El segundo paquete de propuestas incluye soluciones estructurales.
El orden prioritario sugerido aquí:
1. Diseñar una política fiscal para reducir la dependencia de los ingresos petroleros.
2. Revisión de la Ley del Impuesto Sobre la Renta.
3. Reforma educativa.
4. Enfocar y hacer eficientes los programas sociales.
5. Reforma laboral que contemple el seguro de desempleo.
6. Ampliar facultades y responsabilidades de Banxico para que promueva el desarrollo y el crecimiento económico.
7. Impulso a la competitividad.
8. Incentivar inversiones en energía renovables.
9. Revisión de políticas y acuerdos comerciales.
Sigue pendiente el tiempo de ejecución, pero todo urge.
*Mario González Valdés es profesor de Finanzas y Economía de la División de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México y su correo electrónico es mgvaldes@itesm.mx