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Pret a Porter
Es curioso pensar que detrás de todo el glamour que irradian las modelos en las pasarelas, de los virtuosos deportistas, así como de las grandes estrellas de cine, existe toda una serie de conocimientos especializados y creatividad intelectual que aplican a la llamada industria de la moda , concepto de difícil definición pero que en términos generales se refiere al aprovechamiento de la libre elección del consumidor realizadas en función de unos criterios de gusto.
Tomemos por ejemplo el mercado en Europa, en donde se puede apreciar que las marcas españolas ahora son percibidas como signos de prestigio muy dinámicos y en constante crecimiento, habida cuenta de que España es hoy en día una potencia mundial en los aspectos deportivos, moda y sociedad, fortalecidos por virtud de recientes éxitos y obtención de campeonatos en distintos deportes (baloncesto, futbol y tenis), así como una buena relación calidad-precio.
De esta manera, los artículos de vestir creados para uso de los principales actores en los rubros sociales, deportivos y de la moda pueden trascender el puro diseño, llegando a representar un estilo de vida según una investigación llevada a cabo por la consultora Interbrand y el foro de marcas renombradas. Algunas marcas españolas de moda disponen de un alto índice de notoriedad, como puede advertirse con las marcas Zara, los osos de Tous, Loewe e incluso Real Madrid.
Aunque algunas tendencias vienen y van como la primavera y el verano, existen otras que no pasan y algunos de sus objetos se convierten en piezas clásicas o íconos.
Las casas de alta costura más renombrabas son las que han basado parte de sus colecciones en diseños clásicos intemporales; aunque esto pareciera sencillo requiere de un gran arte el mezclar lo clásico con lo actual, y lo que a simple vista pudiera ser un simple detalle o accesorio, fue el resultado de estudios y pruebas, en los que se invirtieron sumas millonarias; sin embargo, el gasto no es redituable cuando no han obtenido a su debido tiempo la protección que les ofrece el sistema de propiedad intelectual (marcas, derechos de autor, patentes, diseños industriales y textiles, secretos comerciales).
Los directores de empresa de moda tienen que reconocer a tiempo que la creatividad es un activo intangible valioso, y determinar su relevancia desde el punto de vista empresarial; decidir cuáles conceptos e innovaciones han de protegerse mediante los mecanismos que ofrece el sistema de propiedad intelectual a efecto de impedir que otros exploten sus aspectos estéticos más originales, que pueden estar relacionados con una característica tridimensional, como la forma de un sombrero, o bidimensional, como el estampado de un tejido. El ejemplo clásico de estampados protegidos, es aquel impreso que utiliza la marca Louis Vuitton conocido como monograma, o el más actual el daimler, que asemeja a un tablero de ajedrez.
Las grandes casas de moda valoran la cotización de sus marcas gracias a las cuales la mayoría de ellas establecen vínculos con sus clientes; quienes las buscan como sinónimo de estatus o como íconos de calidad, por ese motivo se esfuerzan al máximo por protegerlas legalmente, al igual que lo hacen con las obras de arte conexas como la medusa de Versace por medio de la legislación de derecho de autor.
Hemos establecido la importancia de proteger la creatividad y la marca que la ampara, por lo que no podemos dejar de analizar el papel que juegan las patentes en la industria de la moda, ya que las innovaciones técnicas permiten obtener ventajas competitivas a las empresas de ese sector.
A título de ejemplo, cabe mencionar el hecho de que por medio de una cartera de patentes es posible poner de manifiesto la superioridad técnica de una empresa en la invención de nuevos tejidos que no se arruguen o que sean más suaves o resistentes a los elementos, como lo sería el clásico rompevientos de Burberry que fue diseñado a partir de un textil ideado ex profeso para el clima inglés, textil que permite que aun cuando las condiciones climatológicas sean adversas, el portador de la prenda siempre este like a gentleman sin una arruga y como si acabara de sacar de la tintorería el abrigo; en este caso posiblemente sea muy fácil imitar el típico logo de cuadrados, pero difícilmente las prendas lograrán tener la misma calidad que las fabricadas con la tecnología que aplica el fabricante inglés.
Algunos pensarán que hablar de moda en tiempos de crisis está fuera de lugar por lo superfluo de este concepto y porque ésta no es un bien básico, sin embargo, es importante destacar que cuando la moda significa calidad, también significa ahorro y permanencia, ya que un buen artículo clásico es atemporal. Sigamos el ejemplo de los países europeos, en donde se prefiere adquirir un artículo genuino, respaldado por una marca de reconocida calidad, aun cuando sea de un precio elevado, ya que ello garantizará que la vida del producto en cuestión será tal, que su precio será desquitado.
Es importante enfatizar que la práctica de proteger los diseños, marcas y patentes no debe de ser exclusiva sólo de las grandes firmas, pues éstas deben tener la misma importancia para una pequeña empresa o una empresa de nueva creación en el sector de la moda.
*Doctor en Derecho, especializado en propiedad intelectual, competencia económica y telecomunicaciones
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